En un comunicado, la entidad financiera -fruto de la fusión de El Monte y Caja San Fernando- ha informado de que el resultado consolidado atribuido al grupo se elevó a 150 millones, lo que equivale a una disminución del 1,8% respecto al mismo periodo del año anterior.
Esta bajada es consecuencia de la fuerte política de dotaciones, que aumentaron un 27% hasta 102 millones de euros con el objetivo de “dotar convenientemente los activos dudosos, lo que permite afrontar el futuro con mucho optimismo, a pesar del complejo escenario económico actual”, según la caja.
La entidad ha destacado su “posición de liquidez fuerte y muy saneada” y prueba de ello es que los depósitos cubren en un 104% la posición crediticia, un porcentaje muy por encima de la media del sector, que se sitúa en el 84,2%.
El volumen de negocio (crédito a la clientela y depósitos) aumentó un 17,4% hasta 49.013 millones, el margen ordinario creció un 1,7% hasta 651 millones y el margen de explotación decreció un 4%.
La inversión crediticia subió un 5,11% hasta 24.061 millones, lo que “muestra el mantenimiento de la actividad prestataria y el buen momento de liquidez de la entidad”, y los depósitos aumentaron un 5,5% hasta 24.952 millones.
Cajasol ha considerado estos resultados “muy satisfactorios”, ya que se enmarcan en un “complejo escenario económico y de dificultad del sector financiero” y al mismo tiempo “se aprecia una buena evolución del negocio financiero tradicional”.
La entidad aumentó su margen financiero en un 6,34% y alcanzó 489 millones y el de intermediación en un 3,9% hasta 505 millones, teniendo en cuenta que en este período se han reducido los dividendos del grupo en 10 millones, lo que representa un dato positivo de la evolución del negocio, ha indicado.
Además, Cajasol ha resaltado que “se posiciona y consolida como una de las entidades con más solvencia de España”, entre las cinco primeras entidades del sector, con un ratio del 13,4%.
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