El Celta de Vigo salvó su primer "match ball" de la temporada después de vencer, con un tanto de Mario Bermejo en el tiempo de descuento, al Real Zaragoza, nuevo colista de la categoría.
Dos sangrantes errores defensivos, en acciones similares, fueron aprovechados por ambos equipos para superar a su rival en el primer tiempo. Se adelantó el Zaragoza en el minuto 25, después de que el portugués Sapunaru rematará al fondo de la red una falta lateral ejecutada magistralmente por Apoño.
Un gol que dejó tocado al Celta, aunque los jugadores de Manolo Jiménez no lo aprovecharon. Su falta de ambición los castigó. Retrocedieron unos metros y su rival explotó una internada del argentino Augusto Fernández por la banda derecha para devolver la igualada, con un tanto de cabeza de Alex López.
Ese gol dio alas a los locales, aunque su empuje no fue suficiente para darle la vuelta al marcador antes del descanso. Y es que sin el sancionado Iago Aspas, el Celta se vuelve un equipo muy previsible en ataque, pues carece de la creatividad y la definición que aporta el canterano.
En el arranque del segundo acto, el guión del choque no varió. El Zaragoza siguió metido atrás y eso permitió al Celta tener el balón y una inmejorable ocasión que Natxo Insa, un mediocentro de corte defensivo, no aprovechó ante Roberto.
El Zaragoza, que pudo adelantarse de nuevo con un remate de Postiga que desvió Javi Varas, pareció conformarse con el empate. Renunció por completo al ataque y simplemente creó peligro en acciones a balón parado.
Un exceso de conservadurismo que acabó pagando en el tiempo de descuento, después de que Mario Bermejo aprovechase un nuevo desajuste de la defensa visitante para darle vida a su equipo en su carrera por la pelea por la salvación.
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