El portavoz de IU en el Ayuntamiento de Málaga, Eduardo Zorrilla, ha pedido la comparecencia de la concejala de Economía, Hacienda y Personal, María del Mar Martín Rojo, para que explique este lunes en la Comisión de Pleno los criterios que usa el equipo de gobierno del PP para pagar con dinero público cursos a directivos de empresas municipales.
Esta comparecencia surge tras conocerse que la Empresa Municipal de Aguas (Emasa) gastó en los últimos años 160.000 euros en 64 cursos de alta formación para sus directivos. Entre ellos, se encontraban un máster relacionado con la dirección de empresa y la administración u otro de inglés de seis meses en Australia a un trabajador que estaba en excedencia.
Zorrilla ha considerado "imprescindible" que el equipo de gobierno explique cuáles son "los criterios, protocolos o indicaciones generales" de las empresas municipales sobre el pago de cursos a sus directivos, tal y como ha señalado a Europa Press.
En opinión del portavoz de la coalición de izquierdas, los datos de Emasa demuestran "la doble vara del PP", ya que "mientras realiza un durísimo plan de ajuste a los trabajadores municipales, gasta cifras sonrojantes en pagos y complementos a sus directivos".
Ante las críticas de IU, a las que también se sumó el PSOE, tras conocerse estos datos, aportados por la propia empresa en respuesta a una pregunta de la coalición, desde Emasa indicaron que anualmente se elabora un plan de formación, al que se van añadiendo conforme transcurre cada ejercicio acciones formativas puntuales, adaptadas a los diferentes niveles del personal y relacionadas con todo tipo de contenidos, tanto a nivel de trabajo de gestión como de administración o técnico.
Los cursos destinados a la plantilla técnica y administrativa son de obligado cumplimiento, ya que la empresa mantiene una política de personal basada en su apuesta por actualizar su capacitación profesional. La asistencia se realiza dentro del horario habitual de trabajo, a diferencia de otras iniciativas destinadas a los altos cargos de dirección, quienes las realizan fuera de su jornada laboral diaria o durante los fines de semana.
La política de formación de Emasa se ampara en el artículo 6 de su convenio laboral, aprobado en abril de 2006 --posteriormente prorrogado-- con la unanimidad de todas las formaciones sindicales que lo componen, con el siguiente texto: "La empresa adoptará el sistema de organización de trabajo que facilite la formación profesional y técnica de los trabajadores, debiendo procurar éstos en la medida de sus posibilidades completar dichos conocimientos".
"Para ello, la empresa les facilitará los medios necesarios tanto para la práctica diaria como para el establecimiento de unos sistemas de racionalización del trabajo que les permitan alcanzar una mayor eficacia y rendimiento, con lo que, además de llevar a la empresa a una mayor prosperidad, obtengan unas retribuciones más justas y equitativas, sin que en ningún caso pueda producir merma alguna en la situación económica de los trabajadores y de los derechos adquiridos", se añade.
Así, Emasa desarrolló desde 2008 a 2012 un total de 728 acciones formativas, de las que la mayor parte de ellas, 416, han correspondido a cursos relacionados con la prevención y la seguridad laboral. Le siguen en cuanto a cantidad, 108 cursos sobre materia técnica y otros 105 sobre sistemas de información.
Entre 2008 y 2012 el personal de Emasa tuvo acceso a un total de 19 cursos de idiomas de diferentes niveles, todos de inglés, así como a 19 más relacionados con la calidad y el medio ambiente, sobre el uso de olfatómetros o de operaciones en la planta de fangos.
En lo que se refiere a los cursos sobre materias de administración y dirección de empresas, en total han seguido 64 acciones, cuyo peso en el programa de formación ha ido disminuyendo desde 2008. En ese año los directivos tuvieron acceso a 18, mientras que en 2009 fueron 16; en 2010, un total de 14; en 2011 se bajó a las 11, y en 2012 sólo se siguieron cinco dentro de este apartado.
Respecto al caso concreto del trabajador que asistió en 2009 a un curso en la universidad australiana de Queensland, desde Emasa aclararon que residía entonces en ese país y se encontraba en la empresa de aguas en situación de excedencia para el cuidado de sus hijos.
Es, precisamente, esta circunstancia la que, según argumentaron, "ampara su derecho a realizar cursos de formación al mismo nivel que si estuviera en activo, dada la vocación del Estatuto de los Trabajadores de velar por la conciliación de la vida laboral y familiar. En la actualidad, este empleado está reincorporado a la plantilla, donde desarrolla funciones de responsabilidad con necesidad de acceder habitualmente a documentación técnica en inglés".
ESESA Y PRÁCTICAS
También Zorrilla aprovechará la Comisión de Pleno de Economía, Promoción Empresarial y Empleo para preguntar por el coste anual que tiene para el Ayuntamiento la Escuela Superior de Estudios de Empresa (Esesa), participada al 50 por ciento por el Consistorio y la entidad financiera Unicaja y que ofrece cursos de formación con precios que van hasta los 9.000 euros.
Cuántos cursos y con qué coste ha contratado el Ayuntamiento con esta escuela en los dos últimos años, cuál es la representación municipal en ella, qué beneficios tiene su participación y con cuántas entidades de fuera de la ciudad tiene esta empresa acuerdos para ofrecerles servicios en condiciones ventajosas.
La realización de prácticas en el Ayuntamiento, sus empresas y organismos autónomos también será objeto de una pregunta por parte de IU. Concretamente, cuántos estudiantes las realizan actualmente y con qué entidades académicas tiene firmado el Consistorio algún convenio de colaboración al respecto.
Por último, el edil de IU pedirá, igualmente, a través de una moción, que el Ayuntamiento muestre su solidaridad con los trabajadores malagueños afectados por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en la cadena de hoteles NH y que medie, en la medida de lo posible, para tratar de mantener estos puestos.
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