Chaves subrayó su "respeto y apoyo" a los contactos que, según reconoció, han mantenido tanto los gobiernos regionales de Andalucía y Castilla La Mancha como los órganos de dirección de ambas cajas, aunque delegó la decisión última a los citados consejos de administración.
No obstante, Chaves hizo hincapié en que el procedimiento "no debe ni puede impedir" uno paralelo de "fusión dentro de Andalucía entre las cajas de ahorro andaluzas" al tiempo que se comprometió a que ambos "van a hacerse compatibles" desde el seno de gobierno que preside.
En el mismo sentido se expresó ayer el consejero de Innovación, Ciencia y Empresa, Francisco Vallejo, quien respaldó el proceso siempre que tenga el objetivo de lograr una entidad más solvente y competitiva y más facilitadora del crédito a la sociedad.
No fue tan receptivo el presidente del PP-A, Javier Arenas, quien estimó que Unicaja sólo debe afrontar fusiones que la fortalezcan y nunca que supongan hacerle disminuir su solvencia o que empeoren su situación financiera, advirtiendo de que "no tienen sentido fusiones meramente para tapar la pésima gestión de otras cajas de ahorro".
Arenas dijo que cualquier operación de ese tipo tiene que ser estudiada previamente a fondo por las cajas y pensando siempre en el interés de sus impositores. "Las fusiones no son decisiones políticas para tapar malas gestiones", sentenció el presidente del PP-A, para quien "parecería lógico que antes de ir a la fusión con otra caja, ésta previamente se sanee porque si no los impositores de Unicaja terminarían pagando".
La prudencia del líder del PP andaluz se confirmaba ayer con la dimisión de los nueve consejeros populares de todos los órganos que ostentan en la entidad financiera en la Caja Castilla La Mancha, después de que así se lo haya solicitado el partido tras la "falta de información" en torno a la posible fusión de la entidad con Unicaja.
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