El juez instructor de la causa abierta por el rapto y muerte de la niña onubense de 16 meses Miriam ha resuelto este jueves alzar el secreto de sumario que se mantenía desde finales diciembre sobre las actuaciones, por las que permanecen en régimen de prisión preventiva el principal implicado, Jonathan Moya, y su amigo y presunto colaborador, Raúl R.F., según han indicado a Europa Press fuentes judiciales.
Las diligencias previas quedan liberadas después de que el magistrado Jesús Miguel Hernández decidiese un prórroga de tan solo 15 días a la espera de la práctica de algunas pruebas pendientes. Apenas dos días antes había acordado no estimar los recursos presentados por las defensas de los imputados "en aras de no perturbar la investigación y que puedan desaparecer vestigios del hecho que se está investigando".
El juez justificó el rechazo a los recursos de reforma en la necesidad de que prolongar el secreto de las actuaciones debido a la "pendencia en la práctica de pruebas de investigación" en torno al crimen, así como "a la conclusión de diversas diligencias acordadas".
Sí admitió a trámite el recurso de apelación presentado de manera subsidiaria por ambas defensas, quien alegaron, en el caso de Jonathan Moya, que causaba "indefensión a su defendido" y en el caso de su amigo Raúl R.F., que suponía una "situación injusta para su patrocinado, con limitación de su capacidad de defensa".
Los dos imputados por el crimen se encuentran, en la actualidad, en el centro penitenciario de Albolote (Granada), al que fueron trasladados por razones de seguridad. Moya González ha salido en varios ocasiones de la prisión para someterse, entre otras, a tres pruebas de ADN y también para acudir a tres juicios pendientes por delitos de estafa y apropiación indebida, por los que acumula ya condenas que suman una pena de más de cinco años de cárcel.
La niña de 16 meses, natural del municipio de Palma del Condado (Huelva) permaneció en paradero desconocido durante ocho días tras ser raptada presuntamente por Moya González, de 25 años. Su cadáver fue encontrado el 28 de diciembre en el interior de una balsa de riego ubicada junto a una vía de servicio de la autovía A-92 y a una distancia de apenas unos 500 metros del cortijo familiar donde fue arrestado el principal implicado en los hechos.
Según los datos que trascendieron del informe preliminar de la autopsia, la bebé habría fallecido de, al menos, un "golpe en la cabeza" entre "dos y cinco" días antes de que se hallase aunque el juzgado instructor sigue a la espera de que se recibir los resultados de las muestras remitidas al Instituto de Toxicología de Sevilla para determinar el momento exacto en el que se produjo la muerte. El segundo de los imputados, Raúl R.F., era detenido horas después que su amigo, al que, según apunta la investigación, habría dado cobertura.
La madre de la bebé interpuso en el municipio de Gérgal la denuncia por el presunto secuestro a las 20,00 horas del 20 de diciembre. En esta, relató a los agentes que su pareja sentimental, a la que señaló como Jonathan Moya, se había llevado "todas sus pertenencias" y a su hija de 16 meses tras mantener una "fuerte" discusión en el interior del vehículo en el que viajaban desde Guadix (Granada).
Se activó entonces un amplio operativo, integrado más de un centenar de agentes con apoyo tanto de medios aéreos como terrestres de la Guardia Civil, que rastrearon durante días la Comarca almeriense de Nacimiento para intentar dar con el paradero de la menor.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es