Para presidir la federación vecinal OCO, que es la que más asociaciones congrega en la ciudad, se han presentado dos candidaturas que a priori tienen crédito para llevar a cabo una gestión a favor de los barrios de Jaén y además estas elecciones llegan en un buen momento porque hay que inyectar una elevada dosis de entusiasmo en el movimiento vecinal, porque en las actuales circunstancias económicas es necesario que estos colectivos se impliquen desde su carácter altruista y de voluntariado, como de hecho lo están haciendo, colaborando con el Banco de Alimentos o con campañas informativas para dar a conocer la cercanía que proponen a todos los jienenses con independencia de la zona en la que vivan. Nunca como ahora ha hecho falta un movimiento vecinal con fuerza, capaz de asumir sus responsabilidades, que están plasmadas en un programa de trabajo que han presentado, y conscientes de su papel de apoyo leal, unas veces desde las coincidencias y otras desde las discrepancias, con el Ayuntamiento, porque su principal objetivo es ayudar a mejorar las condiciones de la ciudad. Echando un vistazo a la hoja de ruta que proponen consiguen despertar ilusión en cada uno de los proyectos que se formulan, pero nos parece sintomático que en ambos casos hagan bandera con el casco antiguo; es la última esperanza, que se trate de una apuesta firme para ese gran olvidado, y que se deteriora a pasos agigantados, aunque milagrosamente y pese al duro temporal de este invierno, hasta ahora se ha salvado de una tragedia.
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