El tenista español David Ferrer se ha clasificado para la final del Masters 1.000 de Miami, segundo de la temporada, después de imponerse al alemán Tommy Haas (4-6, 6-2, 6-3), consiguiendo así el pase a su quinta final de un torneo de esta categoría y a la cuarta del año.
El número cinco mundial realizó un partido sólido, esperando su momento después de un inicio algo dubitativo que le llevó a ceder el primer set. Sin embargo, supo reponerse al saque de un renacido Haas que venía de apear a Djokovic y aprovechó los peores momentos del alemán para atestar el golpe definitivo.
Ferrer comenzó el partido con demasiados nervios. El alicantino buscaba en exceso las líneas y cometía muchos errores no forzados, lo que permitieron a Haas llevar el mando del encuentro. Aún así, Ferrer se colocaba con ventaja en el marcador (2-1). Haas esperaba su momento; ganaba sin problemas sus servicios gracias a su buen primer saque y aguardaba al resto.
El español estaba espeso con su juego. No acababa de encontrarse nada cómo sobre el 'Stadium' de Miami y Haas sabía que no podía esperar para atacar. Con un 'break' en blanco, el alemán se colocaba 2-3 y servía para el 2-4. Ferrer estaba tocado y encajaba un parcial de puntos de 12-0 que le hacía perder de nuevo su servicio (2-5).
El alicantino, tan combativo como siempre, no estaba dispuesto a caer sin pelear y conseguía reducir la ventaja del germano rompiendo su saque (4-5) pero no era capaz de repetirlo en el siguiente servicio de Haas, que se adjudicaba la primera manga por 6-4.
Algo cambió en la mentalidad de Ferrer tras verse perdiendo el primer set. El alicantino, mucho más agresivo que en el primer parcial, empezó a dominar los peloteos, llevando el control del partido sobre Haas. Los nervios parecía que habían cambiado de lado y era el alemán el que no acertaba, pese a que seguía con vida (2-2).
Ferrer veía que Haas no era el del primer set y sabía que era el momento de atacar. El 31 por ciento de primeros saques del germano era algo poco habitual, mientras que el alicantino había recuperado su toque maestro a la hora de restar, lo que le permitió hacerse con cuatro juegos seguidos y caminar hacia el 6-2.
TERCER SET DE INDECISIONES.
Los dos tenían mucho miedo de arriesgar en el último set. Sabían que un error les podía suponer la derrota y ninguno buscaba las líneas, como sí habían hecho a lo largo del partido. Así, los peloteos se llenaron de imprecisiones, sobre todo del lado del español. Haas se hacía con un 'break' que no sabía confirmar (1-1), pero volvía a minar la moral de Ferrer con otra rotura (1-2).
El alicantino no perdió la calma. Lo iba a tener difícil para romper el servicio de Haas, pero su empeño acabó teniendo premio y terminó remontando. El 'break' del sexto juego (3-3) destrozaba por completo la estrategia del alemán, que se venía abajo y cedía el partido por 6-3, dando el paso a Ferrer a su quinta final de Masters 1.000 y a su cuarta de la temporada.
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