Curioso, único. En los momentos previos al inicio del pregón, el pregonero se sentó en el piano de los camerinos para hacer sonar su música. ‘La Estrella Sublime’, ‘Virgen del Valle’ y hasta el ‘Himno a la Pastora de Barquisimeto’ de Venezuela. Fiel reflejo de su entereza.
Los regalos que el pregonero llevó consigo
Mostró su devoción a Los Javieres y a la Amargura con dos escudos en plata, uno en la corbata y otro en la solapa. Además, San Benito en una estampa, el pañuelo de la Aurora de la Resurrección que lucía y un camafeo de la Virgen de los Aceituneros de Utrera, presentes.
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