Sebastián Alba lleva un mes al frente del sindicato CSIF a nivel provincial. Anteriormente, formó parte de la gestora, y confiesa que el gran objetivo de los últimos meses ha sido la reorganización del sindicato desde la precariedad, con los recortes tan brutales de la Administración central y la autonómica, sobre todo en materia de horas sindicales. El sindicato cuenta actualmente con casi 7.0000 afiliados.
—Lleva apenas un mes como presidente provincial del CSIF, ¿Qué valoración hace?
—Como presidente provincial llevo un mes, pero ya llevaba 10 meses en la gestora, y en el sindicato más de 30 años. Así que me he encontrado en un terreno que conozco y que que no es nuevo para mí.
—¿En qué situación se encuentra el sindicato?
El panorama es el mismo que el que vive el resto de la sociedad española, es decir, una situación de crisis, en un contexto en el que el ciudadano tiene cada vez más problemas, y donde cada vez hay menos trabajo. Eso repercute en todo, en número de afiliados y en la representación sindical. Pero quizás esto nos sirve para que luchemos con más fuerza para que los logros conseguidos después de tantos años, y que hemos perdido, se vayan recuperando. No podemos aceptar que cada vez haya menos empleo, y más precario. Habrá que luchar de la manera que sea para poner fin a esta sangría y que se dignifique al trabajador y su trabajo. Cada vez se les trata peor y se les inculca que hay que trabajar más por el plato de comida, sin valorar el esfuerzo, a la persona y lo que ésta hace.
—Hace cinco años el 80% de los jóvenes querían ser funcionarios, sin embargo, ese porcentaje ha bajado significativamente en los últimos años, ¿por qué?
—Principalmente porque ahora es prácticamente imposible acceder a un empleo público, ya que no se están ofertando plazas, y porque ya se está hablando de precariedad en este tipo de trabajo. Siempre se ha vendido una imagen del funcionario que es totalmente distinta a la realidad. El funcionario público nunca ha ganado mucho dinero, de hecho, la gran mayoría es mileurista. La estabilidad en el empleo también es relativa, porque en esta empresa existen los Planes de reestructuración y la temida movilidad. Lo único que ha pasado es que hasta ahora no ha habido que aplicarla, pero es algo que está ahí, y que en cualquier momento puede saltar. Al empleado público se le ha atacado por no producir, y eso no es cierto. Hay organismos que una parte del sueldo de sus empleados va por objetivos, pero esto no se cuenta, lo único que se vende es lo positivo. Parece que los funcionarios no trabajan, pero si esto fuera así, los incendios no se apagarían, no se controlarían las carreteras, o no se cobrarían las pensiones, por ejemplo. La Función Pública ha descendido muchísimo en número de empleados, alrededor de un 40% en los últimos años, en cambio el trabajo sigue saliendo.
—¿Quién le acompaña en la ejecutiva provincial?
—Somos un sindicato que prácticamente vive de las cuotas de sus afiliados por lo que no podemos tener grandes ejecutivas. Tenemos que multiplicarnos. Eso quiere decir que la ejecutiva la componen cinco personas, a parte tengo tres secretarías técnicas de apoyo y a los trabajadores que colaboran con su día a día.
—¿Cuáles son los objetivos de la ejecutiva que encabeza?
—Nuestro objetivo es que el sindicato siga creciendo como lo está haciendo y que se nos vea como una organización seria e independiente. Estamos teniendo un auge muy importante dentro de la empresa privada y queremos seguir en esa línea, porque creemos que podemos aportar muchísimo y, sobre todo, una nueva visión de lo que es el sindicalismo. Nosotros entedemos que el sindicalismo tiene que ser profesional y que hay que velar por los derechos de los trabajadores por encima de todo.
—¿Qué necesita el CSIF en estos momentos?
—Afiliación y, sobre todo, que sigan creyendo en nosotros, simplemente eso. Somos conscientes de que ese respeto nos lo tenemos que ganar día a día luchando por los trabajadores.
—¿En estos momentos parece practicamente imposible que los sindicatos recuperen la confianza de los trabajadores?
—Los partidos políticos son en parte responsables de ese deterioro que hemos padecido de cara a la opinión pública, pero también tenemos que asumir nosotros nuestra parte de culpa. Nos hemos burocratizado mucho y eso hace que el trabajador pierda la confianza. En nuestro caso, dependemos relativamente poco de las subvenciones, y ojalá las quitasen todas, a partidos, confederaciones de empresarios y sindicatos. Los que estamos en el CSIF no lo hacemos para lucrarnos, porque no recibimos ningún sueldo. Estamos porque creemos en el sindicalismo y porque tenemos una idea de cómo debe entenderse y funcionar.
—¿Cree que habrá más recortes para los funcionarios a corto plazo?
—Me espero de todo. A pesar de la edad que tengo me siguen sorprendiendo. No me extrañaría que intenten introducir más recortes, pero eso sería nefasto para la sociedad y la política. Si siguen con los recortes no habrá dinero para invertir y eso es morir de inanición.
—La provincia de Cádiz tiene la tasa de paro más alta de Europa, ¿qué le exige el CSIF a los gobiernos? Se habla mucho de los planes especiales de empleo...
—Exijo que se dejen de palabrería y que empiecen a generar empleo. Una manera sería promoviendo el crédito para que los autónomos puedan continuar con sus negocios. A la pequeña y mediana empresa la están asfixiando todas las administraciones y llega un punto que tienen que dejar de pagar, y entonces vienen los embargos, cierran las empresas, y eso se traduce en más gente en paro.
—Según un estudio de la Agencia Axesor, sólo 11 de cada 10.000 gaditanos se atreven a abrir un negocio. ¿Con la bajada de las ventas hay que ser muy valiente para arriesgar un dinero o un patrimonio?
—Si hay más de un 30% de paro, hay un 30% menos de gasto. Con estas cifras, quién se va a atrever a abrir un negocio. De todas formas, les diría a los gaditanos que le echen imaginación y que se animen. Especialmente se lo diría a los jóvenes, que son los que están soportando una tasa mayor de paro y son los que tienen la alegría, el entusiasmo, las ganas, la fuerza y el conocimiento. Necesitamos de sus ideas y de su trabajo para sacar esta sociedad adelante.
—Aunque la consejera de Salud no reconoce el volumen de recortes que hay en la Sanidad andaluza, lo cierto es que el descenso drástico en el número de contrataciones es innegable y algo constatable, ¿cómo valora la situación de un servicio tan básico como éste?
—Los recortes en la Sanidad no son nuevos, se vienen haciendo desde hace muchísimo tiempo. Lo que pasa es que se han estando haciendo paulatinamente, se ha ido dejando de contratar y cargando el trabajo sobre la espalda de los trabajadores fijos o interinos de larga duración. El problema muchas veces no es que no haya contratación, el problema está en la gestión que se hace de las cosas. Creo que la gestión de las administraciones se puede mejorar. Como sindicalista pido en las mesas de negociación desde hace muchos años que haya una responsabilidad en este sentido. No me parece normal que alguien gestione mal y que no tenga ninguna responsabilidad al respecto.
—El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha incluido a CSIF en la mesa del Pacto por Andalucía, ¿cree que este acuerdo futuro servirá para algo?
—Si entramos es para intentar que no se convierta en papel mojado. No estamos dispuestos a perder el tiempo, y si estamos ahí es para aportar ideas y todo lo que se pueda. Si seguimos así empezaremos a perder empleo también en la Función Pública, y si eso ocurre entonces es cuando Andalucía puede reventar.
—El Gobierno central está trabajando en una reforma de la administración local y por lo que se sabe es posible que se abra la puerta a la privatización de algunos servicios, ¿qué opina?
—La Administración central está trabajando en la reforma de todas las administraciones. Los ayuntamientos están asumiendo competencias que no les pertenecen, servicios que deben ser privados y que la están asumiendo los ciudadanos. Las administraciones locales, autonómicas y la central están gestionando nuestro dinero, y tienen que buscar el mejor rendimiento. Hay que racionalizar algunas cosas como los sueldos de muchos alcaldes. A ver cómo queda, y ya nos posicionaremos.
—¿Quiere añadir algo más?
—Pedirle a todos los ciudadanos que confíen en este sindicato independiente y profesional, que aportaremos todo lo que podamos a la sociedad con el único interés de conseguir que se respeten nuestros derechos logrados con tanto esfuerzo a lo largo de tantos años.
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