Después de tres años, el pantano del Quiebrajano ha vuelto a desembalsar agua. La última vez que la presa abrió sus compuertas fue en febrero de 2010. Entonces llevaba sin hacerlo 14 años. Ahora, tras las intensas lluvias recogidas durante el otoño y el invierno, el embalse se encontraba ayer al 92,52 por ciento de su capacidad, por lo que desde la semana pasada, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir decidió comenzar a desembalsar agua. Según los datos de su página web, ayer se estaban virtiendo al río 5,4 metros cúbicos de agua por segundo.
El pasado viernes se registraron 60 litros por metro cuadrado en el pantano y el sábado otros 31,6 litros por metro cuadrado. En lo que va de mes se han recogido 148 litros que se suman a los 262 recogidos durante enero.
De este modo, el abastecimiento está garantizado, según la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para todo el año hidrológico. El año hidrológico concluyó a final de septiembre con un déficit en el volumen embalsado del 27,73 por ciento, ya que el 54,42 por ciento de su capacidad se encontraba muy lejos del 78,13 por ciento que tenía el pantano en octubre de 2011.
Frío
Por otro lado, la lluvia de los últimos días ha dado paso a la bajada de temperaturas cuyas mínimas no superarán los cero grados en la capital y las máximas no llegarán a los diez grados. Según informa la Agencia Estatal de Meteorología, aunque es probable que el tiempo adverso continúe buena parte de la presenta semana, a partir del miércoles, día 27, se entrará en una nueva situación de flujo de componente este, finalizando la entrada de aire frío de componente norte e iniciando las temperaturas una lenta recuperación. En cuanto a la nubosidad será débil en la capital y no se prevé que pueda haber precipitaciones durante toda la semana. Las heladas serán fuertes hasta el próximo fin de semana.
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