La segunda ciudad más importante de Dinamarca y la más grande de la península de Jutlandia es una tranquila ciudad acogedora y amable de la que siempre guardamos un agradable recuerdo y volvemos siempre que podemos. Arhus significa algo así como “la boca del río”, ya que en su situación sobre el Kattegatt, es también la desembocadura del río del mismo nombre. Su puerto, frente al centro de la ciudad, es una activa conexión con la isla de Sjaeland y la capital, Copenague, gracias los frecuentes ferrys que unen ambas áreas. ¿Nos acompaña a conocer Arhus? Le gustará esta ciudad, especialmente si la conoce como debe hacerse en cualquier ciudad: caminando.
Para seguir un recorrido a través de Arhus, una buena opción es empezar a andar en el llamado Barrio Latino, la parte más antigua de Arhus cuyos orígenes se remontan al siglo XIV, periodo en el que se derribaron los últimos bastiones vikingos. En el Barrio Latino y alrededor de las calles Badstuegade y Klostergade, siempre se respira muy buen ambiente gracias a sus cafés, restaurantes y buenos comercios como Grand Fromage -una excelente oferta en quesos- o Emmerys -una panadería con decenas de variedades de exquisito pan local-. La Lille Torv o Plaza Pequeña es una coqueta plaza que conduce al centro de la ciudad y a la Store Torv o Plaza Mayor.
A ambos lados, en su camino, encontrará diferentes calles peatonales donde continúa el corte comercial y lúdico del Barrio Latino y que recomiendo que recorra transversalmente. Al final de la Plaza Mayor y junto al clásico Hotel Royal, encontrará la plaza de San Clemente, una amplia explanada donde podrá visitar un interesante mercado de agricultores por la mañana junto a la Catedral de San Clemente -una de las mayores de Dinamarca y con una aguja de casi 100 m- y el Teatro Municipal -un edificio del 1900 en estilo art-nouveau con una fachada muy alegre-.
La plaza de San Clemente abre paso, a través del puente sobre el A-Boulevarden, a la Stroget, la calle peatonal por excelencia de Arhus donde es posible comprar de todo. A través de un recorrido lineal de 850 metros, la Stroget, oficialmente recibe varios nombres en su recorrido -Ryesgade o Sondergade por ejemplo-, pero todo el mundo la conoce como Stroget en su trayecto hasta la estación principal de tren, un edificio que contó con el apoyo de la población en su construcción.
Stroget es una calle en la que estoy seguro de pasará una buena parte en su visita a Arhus. En horario comercial Stroget se convierte en un hervidero de gente que va desde y hasta la estación de tren o la plaza de San Clemente en un peregrinaje cuyas paradas principales suelen ser las galerías Sinnerup, Inno, las tiendas Imerco, Sostrene Grenes o la cafetería Baresso, donde reponerse del frío en invierno con un buen café.
Al paso de Stroget encontrará edificios tan emblemáticos en Arhus como el Radhus o Ayuntamiento, obra de Jakobsen y Moller (1942) o la iglesia de Nuestra Señora -un edificio construído con el tan clásico, en Escandinavia, material de ladrillo-. De regreso hacia la Lille Torv y una vez rebasado el A-Boulevarden a través del puente de San Clemente, la calle del mismo nombre surge hacia la izquierda y es una siempre anímadisima calle empedrada donde podrá encontrar algunos de los locales y tiendas más de moda en la ciudad y donde se puede apurar una Ceres, la típica cerveza local de Arhus.
Desde Lilla Torv, y en perpendicular al puente de San Clemente, el ya mencionado A-Boulevarden se extiende junto al río Arhus y es, por excelencia, la zona de la ciudad con más restaurantes por metro cuadrado. Especialmente al mediodía, encontrará buenas opciones de menú a buen precio, algo muy apreciable en Dinamarca.
En diciembre, encontrará muchos restaurantes que ofrecen el típico Jul Frokost o “almuerzo de navidad”, una deliciosa combinación de temporada a base de gambas, salchichas, queso, patatas, arenque y pan, en una buena representación no sólo de la gastronomía danesa, sino de la materia prima en la que se basa la misma.
Ligeramente fuera del centro, el Jardín Botánico es una grata sorpresa para los que gustan de parques y jardines, si bien Arhus, como la mayoría de las ciudades en Dinamarca, atesora muchas hectáreas verdes al alcance de sus ciudadanos. El Gamle By, la Ciudad Vieja, es junto al Jardín Botánico uno de los lugares más emblemáticos de todo el reino danés. Con una estructura de 60 pequeños edificios, el Gamle By es una fantástica muestra de toda la arquitectura danesa. Visítelo, le llevará una mañana entera y es una visita muy, muy interesante que le permitirá hacerse una idea de cómo es prácticamente, todo el país.
Para acabar, si le gusta el arte, Arhus puede presumir desde el 2004 del ARHOS, el popular Museo de Arte de la ciudad. Conozca Arhus, es una ciudad que se recorre a pie muy fácilmente y que guarda muchas y agradables sopresas en casi cada rincón. Además, comerá muy bien. Dedico este artículo al “aarhuseño” Torben Eirby, persona culta y gran conocedor de nuestro país.
Información sobre la ciudad y dónde dormir: http://www.visitdenmark.dk/spanien/es-es/menu /turist/inspiration/storbyferie/aarhus/aarhus.htm
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