“Ha llegado el momento de invertir en Irak y de reinsertarlo en la comunidad mundial de nuevo, después de la mejora en la situación de seguridad”, dijo Sarkozy en una rueda de prensa conjunta en la fortificada Zona Verde de Bagdad con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, con quien se había entrevistado previamente.
Así, “hemos pedido a las empresas francesas que regresen a Irak para invertir”, aseguró el presidente galo, quién manifestó su disposición a cooperar en ámbitos como la energía, la reconstrucción y las infraestructuras.
En ese sentido, Sarkozy avanzó que una delegación de su país visitará en el futuro el estado árabe para participar en su reconstrucción, aunque no precisó la fecha.
El presidente francés llegó a la capital iraquí en una visita sorpresa, que refleja el interés de Francia por reforzar las relaciones con Irak.
París apoyó militarmente a Bagdad durante la guerra contra Irán entre 1980 y 1988, y en 2003, durante la presidencia de Jaques Chirac, el país galo fue uno de los principales opositores a la invasión anglo-estadounidense del país y se negó a enviar tropas.
En el marco de esa voluntad francesa de consolidar los lazos, Sarkozy anunció que Francia construirá una nueva embajada en la capital y abrirá dos consulados, uno en Erbil y otro en Basora, en el Kurdistán iraquí y en el sur respectivamente, “para facilitar las labores de la compañías y empresarios franceses”.
“Francia quiere mirar hacia el futuro y no mirar al pasado, porque el pasado ha sido doloroso para los iraquíes. Francia siempre ha estado presente en Irak”, concluyó.
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