Estepona

Aires de tensión en la reunión entre el Ayuntamiento de Estepona y la Asociación de Vecinos Huerta Nueva

Llevaban meses pidiendo un encuentro y por fin ayer el alcalde y otros miembros del equipo de Gobierno recorrieron la barriada junto a representantes vecinales. El problema de aparcamiento centró el encuentro.

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Este martes llegó por fin la esperada reunión entre la junta directiva de la asociación de vecinos Huerta Nueva y el Ayuntamiento de Estepona. En concreto visitaron la barriada el alcalde, la edil de Gestión de Recursos y la de Presidencia.

Según el presidente del colectivo vecinal, Miguel Quirós, hubo cierta tensión, y podría haber sido incluso aún peor porque había vecinos que querían cruzar con García Urbano algo más que palabras y, temiendo que incluso se llegara al insulto, se optó porque solo acudieran miembros de la junta directiva.

Precisamente por ello le sugirió al alcalde que, si quiere hablar con los vecinos en su conjunto, convoque una asamblea en el palacio de congresos. Se apreciaba cierto malestar en las palabras de Quirós, a quien el alcalde acusó de acudir a los medios para criticar su gestión. "Se olvida de que nosotros también reconocemos cuando hacen las cosas bien", lamentaba.

Al margen de polémicas, el objetivo de este encuentro no era otro que transmitir los problemas generados por el plan integral de mejora que se está acometiendo en la barriada. El principal desencuentro entre las partes ha sido la instalación de alcorques, que ha provocado la pérdida considerable de plazas de aparcamiento. "Los coches no pueden abrir las puertas, porque han colocado los árboles a la altura de las puertas", criticaba el presidente de la asociación, "y se lo hemos podido demostrar in situ", añadía.

Para más inri, tampoco están contentos con el tipo de árboles que se han plantado, porque auguran que traerán más de un problema, ya que "son árboles que se hacen muy grandes y las raíces crecen en superficie, lo que provocará en breve que se levante el pavimento. Es decir, supondrá un gasto público, que pagamos todos", aseguró Quirós.

Desde la asociacióon se le recordó al alcalde que todos estos problemas se podrían haber evitado si antes de comenzar los trabajos se hubieran reunido con los vecinos. Un encuentro que nunca llegó a producirse y en el que también podrían haber abordado dónde y cómo situar la parada del autobús urbano. Y es que, aunque satisfechos con que el bus pase por fin por la barriada, lamentan que la parada ha supuesto la pérdida de seis plazas de aparcamiento, cuando "si se hubiera hecho en la esquina solo se habrían perdido dos".

Está claro que el aparcamiento es lo que más preocupa a estos vecinos. Y es que la inmensa mayoría de los edificios no cuentan con parking subterráneo, lo que hace de la barriada un infierno a la hora de estacionar el vehículo. Por eso se buscan soluciones alternativas, en la zona de Parque Central, en la avenida Juan Carlos y en los jardines "abandonados" del centro de salud.

El colectivo, por otro lado, dejó constancia una vez más su disconformidad con la peatonalización de la calle San Roque. "En su lugar, que se gasten el dinero en continuar el acerado en la calle Melilla, que quedó sin finalizar".

En definitiva fue un encuentro tenso en el que se abordaron muchas cuestiones y del que la asociación de vecinos saca esta conclusión: ""Cuando se intenta justificar lo injustificable, es difícil que nos intenten convencer. Estamos hablando de malgastar dinero público", argumentaba el presidente de la asociación.



 

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