El día 20 de febrero ya está grabado en el calendario de millones de jugadores y medio de comunicación de todo el mundo. Sony ha convocado a los medios a un evento en Nueva York en el que desvelará lo nuevo de PlayStation.
¿Qué es lo que tiene Sony preparado? Teniendo en cuenta que es un secreto a voces el desarrollo, inminente presentación y próximo lanzamiento de las PlayStation y Xbox de nueva generación y que PS Vita tiene poco más de un año de vida, efectivamente parece que veremos la nueva PlayStation 4. Encaja que las compañías presenten sus consolas antes del E3, para que no se concentre toda la información en la feria y pueda haber más hueco para nuevos videojuegos y periféricos. Los fabricantes de 'smartphones' y 'tablets' suelen recurrir a esta táctica.
No tendría demasiado sentido en este evento un anuncio de nuevos dispositivos móviles compatibles con el certificado PlayStation. No tendría demasiado sentido, al menos, en un evento tan sonado y exclusivo. Sí tendría sentido otro anuncio que tocaría directamente al negocio de dispositivos móviles de Sony, además de al de televisores, ordenadores y consolas: el anuncio de una plataforma de juego en la nube.
Lo que podemos esperar de PlayStation 4 en cuanto a su potencial gráfico es aún una cuestión de rumores. Por supuesto, podemos esperar un gran salto. También veremos, seguramente, una mayor profundización en los controles mediante movimiento y, quién sabe, quizá interesantes novedades en materia de realidad aumentada. Al fin y al cabo, Sony ha sido una pionera en esta tecnología con EyeToy, EyeToy, PSP y PS Vita.
Al margen de todo esto, hay otra pata que no debería descuidar Sony; una pata que será uno de los pilares que sostenga el futuro de la industria y no es otra que el juego en la nube. PlayStation Network debe convertirse en un híbrido de la tienda de descargas que es ahora y una plataforma de juego mediante streaming.
La forma en la que se distribuyen los contenidos ha cambiado. Antes la guerra se libraba en el campo de batalla físico para conseguir que un formato se convirtiera en el estándar. De hecho, si echamos la vista atrás, Sony y Microsoft pelearon (al lado de distintas compañías, según el caso) por conseguir que el Blu-ray o el HD-DVD se convirtieran en ese estándar. Finalmente fue la japonesa la que se llevó el gato al agua para alegría de su PS3.
El Blu-ray es el formato de disco óptico digital predominante en equipos de sobremesa a día de hoy, al menos en cuanto a posibilidades. Hasta ahí todos de acuerdo. Sony está detrás de múltiples soportes de distribución, como la cinta de cassette, los betamax, los minidisc, las Memory Stick, los CD y los DVD, al margen de los Blu-ray que ya hemos mencionado. Con unos ha tenido más éxito que con otros, pero siempre ha sido una prioridad para la compañía, para seguir aumentando la cantidad y calidad de contenidos grabados y continuar vendiendo nuevos reproductores.
Sin embargo, han pasado unos 10 años y el soporte físico ha perdido peso y ha dejado de preocupar a los fabricantes. Al menos, parece que ha dejado de ser una prioridad. Actualmente no hay un soporte que se perfile como sustituto del Blu-ray. Más aún, los DVD y los CD no han desaparecido. Quizá sí en el mercado de los videojuegos, pero siguen teniendo un gran peso para vender películas y discos de música. Además, cada vez más equipos prescinden de incorporar puerto para discos, como los portátiles de Apple.
Paralelamente a esta realidad, nos encontramos con que compañías como Apple y Valve han conseguido triunfar gracias a plataformas de distribución digitales. Esas han sido las vías de negocio que más han crecido en los últimos años y parece que la tendencia está lejos de suavizarse, con el estándar Steam Box en desarrollo y quizá una Apple TV futura que nos deje jugar a videojuegos en la televisión del salón. Son casos de éxito contrastado, pero también otras compañías han dado pasos en las últimas semanas que indican que esta tendencia es imparable.
Nvidia presentó en enero en el CES de Las Vegas su propia plataforma de juego en la nube, que permite que utilicemos videojuegos de última generación (Ahora Battlefield 3 o Need for Speed, pero en el futuro el más puntero que se desarrolle también será compatible) en una consola, un ordenador, un móvil o un tablet. Independientemente de la potencia del dispositivo, pero dependiendo siempre de que haya conexión a Internet, como ocurre con las canciones en Spotify o las películas en Netflix.
Nvidia explica a este respecto, en la página de su plataforma Nvidia Grid:
"La tecnología de streaming basada en la nube ha transformado las industrias del cine y la música, ofreciendo contenido ilimitado en dispositivos de consumo, como tablets, smartphones, ordenadores y televisores. Millones de personas experimentan ahora la conveniencia de servicios como Netflix, Hulu, Spotify o Pandora.
Sencillamente, es natural que los videojuegos (la industria de contenidos que más crece y un negocio valorado en 68.000 millones de dólares) siga esta tendencia".
Nvidia pretende "liderar" este segmento y eso Sony no se lo puede permitir. Una compañía con tanto que perder en hardware, debe ser la que lidere, o una de las que marque el camino, en materia de distribución. Por eso compró Gaikai a Dave Perry hace meses. Convertirlo en su servicio de juego en la nube permitiría que pudiésemos disfrutar del mismo videojuego, con la misma calidad y la misma partida guardada en una consola, en una portátil, en un ordenador o en un televisor de Sony, en cualquier momento y lugar. La compañía ya compite en el sector de la música y el cine por streaming, una batalla a la que llegó tarde, y ahora está sufriendo las consecuencias para conseguir un hueco.
Es cierto que las conexiones actuales no permitirían que el juego en la nube se convirtiera en la única vía de distribución. No es necesario, puesto que puede convivir perfectamente con los formatos físicos y las descargas. En este sentido, tampoco todo el mundo estaba preparado para el juego online en consolas cuando Microsoft lanzó Xbox Live y actualmente es una plataforma de referencia con decenas de millones de usuarios que ha marcado el camino a seguir durante años. Pegó primero y le salió bien.
Sin un formato físico a la vista, con un extenso catálogo de dispositivos virtualmente compatibles, una tendencia evidente y la competencia moviéndose rápido (y no solo va por Nvidia u OnLive; no me extrañaría que la próxima gran función de Xbox Live sea el 'cloud gaming'), Sony no puede dejar pasar este tren más tiempo. Por eso espero que, al margen de novedades de 'hardware', Sony anuncie Gaikai está lista para llevar juegos en la nube a sus smartphones, tablets, consolas, ordenadores y televisores.
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