La Unión Europea y Marruecos han concluido este viernes sin acuerdo la cuarta ronda de negociaciones para tratar de cerrar un nuevo régimen pesquero que permita a la flota comunitaria, principalmente española, regresar a los caladeros que gestiona Rabat y que tuvieron que abandonar hace un año.
La comisaria de Pesca, Maria Damanaki, ha asegurado en un comunicado al término de la ronda que se han producido "avances reales y graduales" a lo largo de las tres jornadas de reuniones a nivel técnico que han mantenido las partes en Bruselas.
"Se ha acordado que la próxima ronda tenga lugar los días 11 y 12 de febrero en Rabat", ha añadido la comisaria, sin dar más detalles sobre los progresos a los que alude en su declaración.
Se han logrado avances en las cuestiones técnicas que afectan al nuevo régimen pesquero, pero "lo más complejo se produce al final de las negociaciones", indican fuentes próximas a las negociaciones para explicar que en la cita de Bruselas no se haya logrado un consenso pese a las expectativas creadas.
En los días previos a esta ronda, tanto desde el sector como desde el Gobierno español se apuntó que las posiciones estaban muy avanzadas en cuanto a las condiciones técnicas del nuevo régimen, pero veían en la compensación económica a Marruecos el último "escollo".
Fuentes europeas consultadas por Europa Press han confirmado que las diferencias en el capítulo económico han influido en la decisión de aplazar a una nueva ronda los contactos para cerrar el pacto.
España, principal flota afectada, y el sector han pedido insistentemente a Damanaki que buscara fórmulas para un nuevo régimen pesquero aceptable para Marruecos y sobre todo para el Parlamento Europeo.
Hace un año, los eurodiputados impidieron la renovación del convenio por dudas sobre su rentabilidad económica, su sostenibilidad y su respeto de los Derechos fundamentales del pueblo del Sáhara occidental.
Los pescadores españoles afectados, unos setenta buques, sobre todo canarios y andaluces, han recibido ayudas para compensar el parón hasta diciembre de 2012, pero las normas de la UE no permiten nuevas prórrogas, por lo que el ministro español del ramo, Miguel Arias Cañete, ha reclamado insistentemente a Bruselas celeridad en las conversaciones con Rabat.
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