Córdoba

Dermatólogos del Reina Sofía usan un tratamiento innovador en manifestaciones cutáneas de esclerosis tuberosa

Este nuevo abordaje permite obtener "buenos resultados" y "sin necesidad" de pasar por el quirófano o utilizar tratamientos agresivos

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Dermatólogos del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba están aplicando un nuevo tratamiento farmacológico para tratar los angiofibromas faciales, un tipo de tumoración que aparece desde la infancia temprana en pacientes que sufren esclerosis tuberosa. La esclerosis tuberosa es, por su parte, una enfermedad genética muy infrecuente en el medio, según ha informado en una nota este hospital.

   En concreto, este nuevo abordaje permite obtener "buenos resultados" y "sin necesidad" de pasar por el quirófano o utilizar tratamientos agresivos. El complejo sanitario cordobés ha sido pionero en la aplicación de este tratamiento y su divulgación en diferentes foros científicos por parte del equipo de dermatólogos del hospital ha permitido su posterior utilización en diversos centros nacionales.

   De hecho, un trabajo que analiza las ventajas de esta alternativa terapéutica frente a los tratamientos convencionales ha recibido el primer premio a la mejor comunicación oral presentada en el congreso Internacional CosmoDerm, celebrado a finales de 2012 en Madrid y dedicado a los cuidados de la piel del paciente oncológico.

   La esclerosis tuberosa afecta a uno de cada 100.000 niños nacidos vivos al año y, aunque son tumores benignos, pueden ocasionar importantes trastornos como obstrucción respiratoria o sangrado. Los angiofibromas faciales pueden llegar a desfigurar la imagen estética de los pacientes y provocar importantes repercusiones psicosociales.

   Hasta ahora, las posibilidades de tratamiento para esta enfermedad pasaban por la cirugía, electrocoagulación, láser y otras medidas invasivas que podían dejar cicatrices en el rostro de las personas afectadas. La nueva solución consiste en aplicar un fármaco (sirolimus o rapamicina) en forma de pomada que es elaborada como fórmula magistral en la farmacia del hospital.

   Esta medicación, que se usa de forma oral en los trasplantes renales y recubriendo los stent coronarios utilizados en el infarto de miocardio, tiene un efecto antiproliferativo y antiangiogénico que logra la disminución de la fibrosis y de los vasos sanguíneos en estas tumoraciones, agrega el hospital en su nota. Además, esta pomada mejora mucho las lesiones de los pacientes, es muy bien tolerada y no produce efectos secundarios importantes.

ESTUDIO PREMIADO

   El trabajo premiado en el congreso ha sido realizado por los dermatólogos Rafael Salido y Gloria Garnacho y por el jefe de servicio de Dermatología del Hospital Reina Sofía y presidente de la Academia Española de Dermatología y Venereología, José Carlos Moreno. Los farmacéuticos implicados en el diseño y elaboración de la fórmula magistral individualizada para cada paciente son Raúl Albornoz e Irene Cuevas.

   El estudio presenta los resultados obtenidos tras tratar a unos quince pacientes, diez de ellos niños. El especialista Rafael Salido explica que la escala de medición empleada permite comprobar cómo va disminuyendo la lesión tras recibir el fármaco e incluso cómo llega a desaparecer por completo en algunos casos.

   La respuesta es más positiva cuando las lesiones son pequeñas y planas. Asimismo, destaca que la aplicación del tratamiento en estadios precoces de la enfermedad también mejora la evolución, por lo que recomienda que estos pacientes sean tratados lo antes posible para evitar el crecimiento excesivo de estas tumoraciones.

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