Andalucía

Consumo realiza una campaña de inspección de productos ibéricos para verificar la información del etiquetado

Los controles se extienden a carnes frescas, jamones, paletas y cañas de lomo envasados y de elaboración propia sin envasar

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Los servicios provinciales de Consumo de la Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales están realizando una campaña de inspección en productos ibéricos para controlar el etiquetado y otros requisitos, como las denominaciones de origen y la trazabilidad de estos productos tradicionales y de alto valor económico. La campaña se desarrolla hasta el próximo 31 de enero y prevé el control de carnes frescas, jamones, paletas y cañas de lomo, según ha informado la Junta en un comunicado remitido a Europa Press.

   Las inspecciones se realizan a propuesta de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, basándose en la norma estatal de la calidad para la carne, el jamón, la paleta y la caña de lomo ibéricos, que contiene los requisitos que deben reunir estos productos para ser comercializados en nuestro país. La norma distingue las producciones en función de la raza --'Ibérico puro' o 'Ibérico'-- y de la alimentación --'De bellota o terminado en montanera', 'De recebo o terminado en recebo', 'De cebo de campo' y 'De cebo'.

   Teniendo en cuenta esta regulación, la campaña, que comenzó el 3 de diciembre, se centra en el control del etiquetado, la verificación de la denominación de origen en caso de que exista, el examen de la trazabilidad que acredita el origen del producto y su recorrido hasta la venta, y el control de la temperatura de mostradores y vitrinas en las que se exponen los productos envasados o no. Los controles se extienden a comercios de alimentación tradicional, grandes superficies y supermercados.

   Respecto a los envasados, se comprueba si cumplen las exigencias establecidas en la Norma General de Etiquetado de Productos Alimenticios y la marca de identificación, entre otras indicaciones. Por su parte, si no están envasados y están dispuestos para su venta en los establecimientos donde se han elaborado, deberán identificarse con un cartel o rótulo que indique 'elaboración propia'.

   En las inspecciones se vigilan especialmente los productos que estén fileteados o loncheados, ya que al convertirlos en porciones puede perderse la identificación, etiquetado, sellos u otros similares.

   Del mismo modo, se comprueba la veracidad de las denominaciones de origen que pretendan emplearse. Las reconocidas por la Unión Europea son 'Jamón de Huelva', 'Los Pedroches', 'Jamón de Guijuelo' y 'Dehesa de Extremadura'.

MENCIONES PROHIBIDAS

   Otro de los aspectos que se verifica es que las piezas no incluyan menciones prohibidas como 'bodega', 'reserva' y 'gran reserva'. Además, se vigila el uso de términos así como 'Jamón Excellent', 'Jamón Summum', 'Jamón Premium', 'Jamón Ibérico Reserva Especial' y 'Jamón Ibérico Gran Selección', para verificar que existe una denominación de origen que lo permita.

   La Inspección de Consumo vigila también que los productos regulados por la norma de productos ibéricos indiquen en el etiquetado la expresión 'certificado por' seguido del nombre del organismo independiente de control o su acrónimo. La entidad certificadora debe estar inscrita en el Registro Informativo de Organismos Independientes de Control del Ibérico (Riber) del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que es de acceso público.

   Todos los jamones y paletas deben ir marcados o identificados individualmente mediante un sistema que incluya, al menos, la semana y el año de entrada en salazón.

   Los incumplimientos detallados constituyen infracciones leves en materia de consumo y llevan aparejadas sanciones que oscilan entre 200 y 5.000 euros. No obstante, se tendrán en cuenta circunstancias agravantes como que se haya actuado de forma deliberada o bien se trate de una práctica habitual o afecte a un gran número de consumidores, considerándose estos supuestos infracción grave con una sanción de entre 5.001 y 30.000 euros.

   En la campaña de 2011 se visitaron 86 establecimientos y se llevaron a cabo 190 actuaciones, de las que 111 (58 por ciento del total) resultaron positivas.

RECOMENDACIONES

   La Secretaría General de Consumo recomienda a las personas consumidoras que vayan a comprar productos ibéricos que lean con detenimiento el etiquetado, prestando especial atención a los datos obligatorios que deben figurar en el mismo.

   Para saber qué estamos comprando, hay que tener en cuenta que la denominación de venta está compuesta por el 'nombre" y los 'dos apellidos' del producto, que deben aparecer siempre juntos. El 'nombre' se refiere al tipo de producto: jamón, paleta, caña de lomo, lomo embuchado o lomo, en el caso de elaborados; o el nombre de la pieza, en el caso de productos frescos.

   Por su parte, el 'primer apellido' se refiere a la raza del cerdo, que puede ser ibérico puro e ibérico. El 'segundo apellido' indica la alimentación que ha tenido el animal y que puede ser de bellota o terminado en montanera, recebo, cebo de campo y cebo.

   Además, en la etiqueta debe facilitarse información sobre la identificación del responsable del producto, los datos de la entidad certificadora, y otras menciones como las condiciones de conservación, fecha de duración mínima, lista de ingredientes, y número de lote, entre otros.

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