La epifanía se adelantó en Arcos con el tradicional acto organizado por la Asociación de Vecinos de María Auxiliadora, con el recorrido realizado a caballo por los Reyes Magos y su posterior recogida de cartas que tuvo lugar en la plaza de La Caridad.
La tarde acompañó, sin el frío de otras veces, en la salida que tuvo lugar desde la iglesia de San Agustín, de donde descendieron con el riesgo habitual por transitar por unas empinadas calles cuyo peligro es evidente ante el posible resbalón de un caballo por el empedrado. Sin embargo, los reyes dieron muestras de su buen quehacer como jinetes, luciendo sus majestuosos trajes y su semblante simpático para los niños del barrio. Estuvieron acompañados de sus respectivos pajes perfectamente vestidos para la ocasión.
Cuando alcanzaron la plaza de La Caridad después de haber bajado por Pérez Galdós, hubo parada oficial en el asilo, para entregar a las monjas un palé de productos de primera necesidad como aceite, galletas y leche. También hubo detalle para los ancianos allí acogidos, colonias y otros productos para el cuidado corporal.
Una vez que los Reyes se apostaron en la plaza, el recinto se convirtió en una auténtica fiesta, con una gran barra atentamente servida por los propios vecinos de la asociación, en la que se degustó más de cien de kilos de buñuelos y rico chocolate, así como alguna copita de anís. Al unísono, los Reyes fueron recogiendo las cartas de los niños, casi de todos del barrio de María Auxiliadora, pero también muchos del resto de Arcos. Los pequeños fueron obsequiados con ricos caramelos que no faltaron para nadie, ante su propio asombro por ver y sentir a los Reyes de cerca, a veces unidos de la mano a sus padres.
Desde la asociación vecinal, su presidente, Fernando Pastor, ha querido agradecer la colaboración a sus compañeros, a los vecinos del Barrio Bajo, empresas patrocinadoras y a las personas que este año han representado a Sus Majestades: los médicos Luis Miguel Rosales y Eugenio Erdozain, así como el empresario ya jubilado Antonio Muñoz López. Asimismo, al Ayuntamiento por la seguridad prestada y las infraestructuras cedidas. En este sentido, el presidente agradeció que en la cita transcurriera sin las avalanchas y agobios de otras ediciones. Una valla situada junto a la barra del acto sirvió para ordenar las colas de cientos de personas para tomar un agradecido buñuelo navideño. Tampoco faltó la música y los villancicos propios de estas fechas.
Los Reyes Magos de María Auxiliadora cumplieron así un año más con uno de los actos claves en la Navidad arcense y el mejor preámbulo para la cabalgata oficial que tendrá lugar el sábado, también con salida de la plaza de La Caridad.
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