La elaboración de dulces navideños es una constante entre las monjas del Convento de Las Bernardas (Convento de la Inmaculada Concepción, de la orden Franciscanas Descalzas y Clarisas), sin embargo el nivel de ventas ha disminuido considerablemente.
Elaboran mantecados manchegos, de huevo, el polvorón de Viena, el mazapán o los pastelillos de Navidad, bajo el paragüas de la marca 'Dulces Puerta del Ángel', que desde finales de los años ochenta ha sido un referente por el gusto de sus dulces. “Hace cuatro años no dábamos abasto, pero ahora se vende muy poco desde el convento y también ha disminuido en las ferias de dulces a las que llevamos nuestros productos”, explica a VIVA JAÉN la abadesa de Las Bernardas, Clara Quesada.
El obrador del Convento de Las Bernardas ha llegado a realizar 13.000 kilos de dulces típicos en sólo quince días.
Es la única fuente de ingreso para el convento y una actividad muy cómoda para las monjas, concretamente para las tres hermanas que dedican a diario cerca de cinco horas al proceso de elaboración. Y es que en el obrador del convento se realizan desde la masa del dulce hasta el empaquetado final del mismo.
La abadesa asegura que quienes más compran son vecinos de la zona y personas llegadas, incluso, desde Granada.
En el convento de Las Carmelitas Descalzas no hacen dulces navideños y en el de Santa Clara la producción es mínima.
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