Ya está aquí la Navidad. Por cualquier sitio que miremos, todo nos recuerda a esta época tan especial del año en el que los regalos, la familia y los amigos se hacen más presentes y necesarios, más, si cabe, teniendo en cuenta la situación económica. No obstante, estas fechas son para ilusionarse y ser optimistas, disfrutando con los más allegados los momentos y recuerdos.
Y, en estas fechas tan señaladas, no podemos olvidar uno de nuestros imprescindibles y más tradicionales: los belenes.
Estos días, todos aquellos interesados pueden acercarse más a ellos, a sus peculiaridades y atractivos a través de la exposición que la Asociación de Belenistas Portuense ‘Ángel Martínez’ organiza en la CAI. Dioramas que recuerdan a diferentes escenas del nacimiento y un gran belén, obra de Francisco Javier de la Rosa Mesa, están estos días siendo visitados por los centros educativos de la ciudad, y, a partir de la próxima semana,esta exposición estará abierta al público en horario de mañana y tarde, de 11.00 a 13.00 y de 18.00 a 21.00 horas. La muestra podrá visitarse hasta el próximo 7 de enero.
Otra de las citas que esperan los belenistas de la ciudad con ilusión es el pregón y el concurso de belenes. El pregón, que correrá a cargo de Rafael Marín Gallardo, tendrá lugar este domingo día 16 de diciembre, a las 12.30 horas en el auditorio San Miguel. “Este año se han inscrito unos 17 o 18 belenes en el concurso”, explica el presidente de la asociación, Antonio Moya. Un número similar a los de años anteriores, según comenta, aunque la crisis también parece haber aterrizado en este sector. “Antes, con las subvenciones que recibíamos del Ayuntamiento, había más gente que se animaba, pero ahora son principalmente hermandades y particulares, a los que realmente les gusta esto de los belenes”, indica Moya.
Igualmente, la asociación organiza para los más pequeños un certamen de cuentos de Navidad, así como un concurso de Belenes.
Pero si hay un nombre emblemático en el mundo de los belenes portuenses ese es Ángel Martínez. Nacido en 1882, en la calle Cruces, comenzó a moldear figuras con tanta aceptación que han perdurado hasta nuestros días. Y es que el negocio no se perdió con la muerte de su creador, sino que ha perdurado gracias a Sucesores de Ángel Martínez, una empresa con denominación de origen que ha hecho que las figuritas del belén, así como la del propio Ángel Martínez, permanezcan viva en la memoria en nuestros días.
Así, y gracias a los moldes de escayola que dejó en herencia el artesano, se ha podido continuar con su labor, convirtiéndose sus piezas en obras de coleccionista. “Aquí todas las piezas son distintas y únicas porque forman parte de un trabajo artesanal que se hace a mano y uno a uno”, explica Vicente Rodríguez, socio y trabajador de la empresa.
Entre aquellas figuras que llaman la atención sobre las “típicas” del belén destacan unos negritos que, según comenta Rodríguez, “en la época de Ángel Martínez había estos negritos que siempre estaban animando la fiesta y al artesano se le ocurrió que por qué no iban a estar en el portal también”. Asimismo, llaman la atención figuras de toreros y toros, tradicionales de nuestra tierra.
Además, y para hacer más extensiva y conocida esta empresa, que ha llegado incluso al mercado internacional de Estados Unidos o Italia, Rodríguez plantea la idea del turismo industrial. “Tenemos la idea de montar un taller de manera que se pueda visitar, para que, en grupos pequeños, las personas puedan ver como se hacen las figuras en los moldes y todos los procesos por los que pasa hasta que se pinta y envejece”.
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