El juez que investiga el hallazgo de dos bebés congelados en un domicilio de Pilas (Sevilla) ha tomado este lunes declaración, como testigos, a unos tíos del esposo de la mujer que cumple prisión sin fianza por estos hechos desde el 11 de noviembre, acusada de presuntos delitos de asesinato.
Fuentes del caso han informado a Efe de que el juez de instrucción 3 de Sanlúcar la Mayor (Sevilla) intenta con estas declaraciones aclarar el entorno familiar en que se movía la acusada, Sara L.H., de 34 años.
Dentro de esa línea de investigación, el miércoles pasado tomó declaración a los dos hijos de la acusada, de 11 y 14 años, en una comparecencia en la que solo estuvo presente el juez y la fiscal encargada del caso.
La pareja que ha declarado hoy es vecina de Pilas (Sevilla), al igual que la madre de los bebés y su esposo, y su comparecencia tenía por objeto determinar el entorno familiar de la acusada, que el 30 de noviembre dio a luz a una niña en el hospital de Valme de Sevilla sobre cuya custodia debe decidir el juez.
Además, según las citadas fuentes, también declaró el miércoles una hermana de la acusada, quien ratificó la declaración de Sara de que era objeto de malos tratos psicológicos por parte de su esposo, en una versión que también ha corroborado otra hermana que se ha ofrecido para hacerse cargo de la custodia de los tres hijos vivos de la madre mientras siga encarcelada.
El juez, que mantiene el secreto del sumario sobre los dos bebés congelados que fueron hallados el 9 y el 27 de noviembre, debe resolver sobre el recurso de la madre para que la custodia de sus tres hijos sean entregada a su hermana y no a su marido.
Según los respectivos avances de autopsia entregados por los forenses al juez, los dos bebés congelados nacieron vivos y no presentaban signos externos de haber sido golpeados o asfixiados, por lo que las causas de su muerte deberán concretarse con los análisis de vísceras.
Al ser la congelación un proceso artificial de conservación, los primeros análisis no han podido determinar el tiempo que los recién nacidos llevaban congelados y únicamente en el caso del primero de ellos se calcula que llevaban 17 meses en el congelador porque Sara L.H. declaró que dio a luz el 24 de junio del 2011.
Respecto a ese bebé, la madre aseguró al juez que creyó que había nacido muerto, que era un hijo deseado y que lo congeló "para no desprenderse de él".
Respecto al hallado el pasado día 27, dijo no recordar nada de ese segundo embarazo.
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