Un año más, y coincidiendo con la aproximación de las fiestas navideñas y la llegada de la fase más cruda del invierno, Cruz Roja de Alcalá la Real redobla sus esfuerzos en pos de los más necesitados. Como bien señala el secretario de la Asamblea Local, Antonio López, bajo el lema “Ahora más que nunca”, se quiere llegar al mayor número posible de personas necesitadas. En este sentido, desde los pasados días 17 y 18 se están repartiendo alimentos de la comunidad. En estos lotes se incluyen alimentos no perecederos, como arroz, pasta, tomate frito, galletas, conservas de atún, melocotón en almíbar, leche, zumo y judías verdes. “Por otro lado, y por parte de la Asamblea Local, y debido a que hay cada vez más gente que nos viene demandando, por ejemplo, que no puede duchar a sus hijos con agua caliente, nos vienen pidiendo bombonas de butano, por lo que decidimos que en la última Fiesta de la Banderita, lo recaudado fuese para esta campaña. Se proporciona así un vale a cada familia para la adquisición de una bombona de butano. Tenemos que decir que la recaudación de este año en esta Fiesta de la Banderita, y a pesar de la crisis, ha alcanzado los 2.248 euros, lo que supone 700 euros más que el año anterior, si bien el presupuesto que tenemos para esta campaña de las bombonas de butano, supera los 3.000 euros, por lo que el resto lo tendremos que aportar del presupuesto de la asamblea. Por otro lado, proporcionamos también ropa, calzado, y hemos llegado incluso ayudado a pagar hipotecas, recibos de la luz o material escolar”.
Y es que las necesidades parecen no parar de crecer. Los datos con que cuenta la asamblea local alcalaína hablan por si solos. En la actualidad, unas 220 familias de Alcalá la Real reciben ayuda de Cruz Roja, una cifra que supone un 37% más que hace un año, cuando se atendía aproximadamente a unas 160 familias. Esto supone estar hablando de que en estos momentos se proporciona ayuda a unas 1.000 personas residentes en la ciudad, y tal como asegura el secretario de la asamblea local “el número no para de crecer”. A los demandantes de ayuda se les exige certificado de empadronamiento, certificado de contar con ingresos menores de 500 euros, así como un certificado donde conste los miembros con los que cuenta la unidad familiar, en función de lo cual se proporciona una determinada cantidad de alimento.
La crisis ha cambiado, como sucede en otros ámbitos de ayuda social, el perfil de la persona que acuda a esta ONG, y a las familias de siempre, receptoras habituales de ayuda, se han unido ahora otras personas que acuden por primera vez, gente que a veces acude con el buen coche adquirido en tiempos mejores, pero que la lacra del paro ha dejado en la estacada, sin trabajo y con unas necesidades perentorias que cubrir. “La ayuda se circunscribía antes a las típicas personas de clase baja, pero ahora se está viendo mucha clase media” nos dice Antonio López, mientras nos muestra una caja grande con toda la documentación de las últimas peticiones de ayuda recibidas.
Coincidiendo con la primera oleada de frío, Cruz Roja también se ha puesto ya en acción para atender los asentamientos de inmigrantes que ya se registran en diferentes lugares del municipio. “Proporcionamos mantas aislantes, kits individuales, artículos de higiene y comida, así como kits de ropa y chaquetones o parkas”. Pese a que las previsiones apuntan a que, debido a la escasa cosecha de aceituna, se reducirá el número de inmigrantes que lleguen buscando trabajo, desde Cruz Roja se muestran pesimistas en este sentido. “Estoy seguro que vendrán el mismo número que todos los años, ya que son personas que vienen haciendo un recorrido -por ejemplo, viniendo de Almería, luego a Jaén, más tarde a Huelva- y a pesar de que no tengan trabajo, se asientan por aquí esperando la ayuda de Cruz Roja, Cáritas o los Servicios Sociales del Ayuntamiento. A veces, como sabemos, estas personas se agrupan en cualquier sitio, por ejemplo en cualquier caseta de un pozo, donde diez o doce individuos se hacinan de forma infrahumana.
Por fortuna, ante toda esta necesidad, hay algo que no decae, y es el altruismo y vocación social de los voluntario de Cruz Roja, que continúa creciendo, y actualmente está integrado por unas sesenta personas en Alcalá. Personas de cualquier edad, sexo o condición, hechos de otra pasta, que ponen su tiempo, e incluso su dinero, con el exclusivo y gratificante fin de ayudar a aquellos que más lo necesitan.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es