Pino Carrasco, Acebuche, Taraje, Lentisco, Almez o Algarrobo son las especies que esta semana han planteado los cerca de 1.000 alumnos de los distintos centros educativos de la ciudad de El Puerto - 15 en total - en el parque Guadalete, ubicado a las afueras de la localidad.
Toda esta labor, con un doble objetivo. Por una parte, recuperar el antiguo vertedero municipal, propiciando que pueda convertirse en un futuro próximo y gracias a la intervención de estos jóvenes en un espacio natural de uso y disfrute de los portuenses; y, por otra parte, concienciar a las generaciones más jóvenes de la importancia de cuidar y cooperar con nuestro entorno, fomentando e impulsando, incuso, su crecimiento y desarrollo.
En este sentido, y con la idea de crear vida donde antes sólo había escombros y basuras que daban una imagen bien distinta de la que ahora podemos contemplar en este entorno, los monitores han explicado a los alumnos las condiciones del terreno, cómo ha ido evolucionando la zona y cuál es el procedimiento a seguir en la plantación de una especie. De hecho, una de las peculiaridades que apuntan los monitores que han instruido a estos jóvenes, es la relevancia de utilizar especies autóctonas para permitir y asegurar su supervivencia.
Igualmente, y a raíz de la plantación de nuevas especies, se habla de la apariciendo de otras, tanto vegetales, como animales. En este sentido, en el terreno ya se puede empezar a observar los efectos de este programa, que lleva desarrollándose cuatro años. Así, se perciben pequeños árboles o arbustos que van creciendo año tras años. No obstante, y tal y como se explica a los alumnos, “esta actuación va a permitir que en el futuro este entorno sea un parque, que podrán disfrutar vuestros hijos y nietos, porque el proceso de crecimiento de una especie es muy largo”, comenta Fátima, una de las monitoras.
De esta forma, azada, cubo y cepellón en manos, los alumnos se dividieron por parejas y plantaron las distintas especies elegidas por su adaptación al suelo y a la climatología de la zona. Un trabajo en el que los jóvenes se han esmerado para poner su granito de arena y permitir que el entorno, poco a poco, vaya obteniendo las características de espacio natural.
En este sentido, cabe destacar que el actual parque Guadalete, antiguo vertedero municipal, consiste en un espacio de 70 hectáreas, del que no se disponía de recursos para su mantenimiento y conservación. Sin embargo, y con la adjudicación en 2008 del contrato de limpieza y conservación de Playas y Pinares, se logró desarrollar ciertos recursos técnicos y humanos que están permitiendo que el entorno cada vez esté más cerca de ser un entorno natural.
De hecho, y tal y como explican los monitores a los niños, en este parque se pueden encontrar distintas especies como conejos, roedores e incluso camaleones. De todas formas, aún quedan todavía zonas en las que pueden observarse algunos retazos de lo que en el pasado fue, encontrándose cristales o ruedas enterradas.
Por ello, toma más relevancia aún si cabe la labor que han desempeñado estos jóvenes y que, evidentemente, se complementa con posteriores trabajos auxiliares a lo largo de todo año, como por ejemplo con el sistema de riego.
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