El ministro de Exteriores de Turquía, Ahmet Davutoglu, ha justificado el despliegue de misiles Patriot en la frontera con Siria alegando que se trata de "mecanismos únicamente defensivos" que solo serían utilizados en caso de "amenaza directa" para la seguridad nacional.
"El objetivo de esta acción es proteger las fronteras con Turquía todo lo posible en un momento de crisis", ha explicado Davutoglu en declaraciones a la cadena de televisión CNN Turk. En este sentido, el jefe de la diplomacia turca ha querido aclarar que los misiles serán devueltos "cuando los riesgos desaparezcan".
El Gobierno turco solicitó a la OTAN los Patriot, diseñados para interceptar tanto equipos aéreos como proyectiles. El Ejecutivo de Recep Tayyip Erdogan quiere aumentar la seguridad en los 900 kilómetros de frontera que comparte con Siria, país al que no ha gustado esta acción "provocativa".
A las críticas de Damasco se han sumado este domingo varias autoridades iraníes que ven en la decisión de Turquía un foco de tensión para toda la región.
El portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Ramin Mehmanparast, ha advertido de que la preparación de misiles "no sólo no ayudará a resolver la situación en Siria", sino que "la hará más difícil y complicada", según la agencia de noticias ISNA.
En la misma línea se ha pronunciado el presidente del Parlamento iraní, Ali Lariyani, quien considera que la instalación de ese sistema de defensa "tendrá efectos negativos" e "intensificará los problemas de la región", informa la agencia IRNA. Lariyani ha valorado la iniciativa a la vuelta de un viaje que precisamente le ha llevado por Turquía, Siria y Líbano.
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