Este auditorio, situado en la madrileña Plaza de Oriente, está concebido como sala de cámara con capacidad para 500 personas, y es obra, como todo el edificio de la escuela, del arquitecto Miguel Oriol, quien diseñó un escenario de cerca de 100 metros cuadrados, donde se ha instalado un órgano obra de Gerard Grenzing.
La Fundación Albéniz y la Escuela de Arte Reina Sofía, que dirige Paloma O’Shea, tiene nueva sede desde el pasado septiembre y estos días por sus escaleras, pasillos, estudios y biblioteca, se viven los nervios de un nuevo curso, el décimo octavo de la escuela y el vigésimo primero de la fundación.
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