La plantilla de Imesapi, la concesionaria del servicio de alcantarillado, volvió ayer a la huelga para reclamar las cantidades que la empresa adeuda como consecuencia de la aplicación del convenio colectivo, que contemplaba unos incrementos salariales que no se han llevado a efecto.
Los trabajadores se concentraron desde primera hora de la mañana ante la sede de la empresa, en la avenida de Europa, haciéndose ver gracias a la quema de una serie de neumáticos. El paro se mantiene durante la jornada de hoy y tendrá continuidad mañana miércoles coincidiendo con la huelga general del 14 de noviembre.
Según el comité de empresa, las cantidades que actualmente adeuda la empresa suponen alrededor de 3.500 euros por trabajador, para una plantilla total de unos cuarenta empleados.
A diferencia de lo que ocurre con otras concesionarias de servicios públicos municipales, en este caso la empresa no puede escudarse en los impagos del Ayuntamiento, toda vez que Ajemsa le transfiere mensualmente las cantidades devengadas por los trabajos realizados.
Este hecho permite que los trabajadores estén cobrando sus nóminas puntualmente aunque, eso sí, con salarios congelados desde 2008 como consecuencia de la no aplicación del convenio colectivo.
El fondo del conflicto hay que buscarlo en la revisión del convenio colectivo en este sector, que no ha entrado en vigor en la provincia de Cádiz hasta que el Tribunal Supremo así lo ha dictaminado.
Llegados a este punto, los trabajadores han reclamado el abono de los atrasos, algo a lo que según el comité la empresa se ha venido negando. Por este mismo motivo, la plantilla de Imesapi ha decidido movilizarse para recuperar su poder adquisitivo.
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