Nuestro fraternal colega Viva Jerez avanzaba en su edición del pasado jueves que el Xerez Club Baloncesto, después de treinta y seis años consecutivos compitiendo, desaparece. Esta semana han arrancado las competiciones femeninas de Primera División femenina sin que en la misma estén el Guadalcacín y el Ciudad de Jerez, como había ocurrido en los pasados ejercicios ligueros.No hace muchos años Jerez tenía el honor de contar con el mejor equipo español y uno de los mejores conjuntos europeos de atletismo y ese nivel competitivo desapareció. El DKV Ergo Jerez de tenis de mesa cumplimentó una extraordinaria actuación la pasada temporada en la División de Honor de tenis de mesa y ha tenido que renunciar a la categoría, la segunda a nivel nacional, para comenzar desde cero. El antiguo Tartessos de Baloncesto llegó a la segunda categoría profesional del baloncesto nacional y terminó desapareciendo. El Voleibol era un equipo que estaba ahí dando la cara y ya no existe. El Balonmano se ha reinventado gracias a Manuel Mejías, después de haber estado a las mismas puertas de la hoy llamada Liga Asobal. El fútbol sala llegó a convertirse en uno de los equipos más importantes de la División de Honor y ahora tiene problemas para que Joaquín García mantenga el tipo con la cantera de la Sociedad Deportiva Jerez 93 y ni siquiera encuentra apoyos para poner en circulación en Tercera División al equipo senior, ya que tendría que competir con equipos sevillanos y no hay dinero para esos gastos.
Fútbol sala, baloncesto, atletismo de élite, balonmano..., el deporte profesional o semiprofesional de Jerez ha desaparecido. Queda el fútbol y cómo queda. En la campaña 2009/10 había un equipo en Primera y otro en Segunda División B. El Xerez y el Jerez Industrial. El segundo equipo terminó yéndose al pozo de la Regional y el Xerez se mantiene en la Liga de Fútbol Profesional, aunque con serias dudas en torno a un futuro que esta semana vivirá otro episodio con esa vista judicial en los juzgados de lo mercantil de Cádiz. Incluso la hípica al mayor nivel ha pasado a mejor vida. O es mejor escribir que hubo un Mundial hípico que parecía que iba a abrir alternativas económicas para el sector en nuestra ciudad y que se ha quedado no en nada, sino en menos de nada.
No hace mucho tiempo se hablaba de Jerez como ciudad del deporte, pero ese título pomposo que alguien le dio ha pasado a mejor vida. ¿Qué ha ocurrido? Quizás la culpa haya que buscarla en ese clientelismo en el que se asentó el deporte de la ciudad. Un equipo de atletismo superpoderoso que financiaba casi en su totalidad el Ayuntamiento o se buscaba apoyos comerciales que hoy no existen a los equipos de élite. La antigua Caja San Fernando o Garvey que apostaba por el fútbol sala y que en su día apostó por el balonmano y por el propio baloncesto, aunque luego llegaría DKV, el antiguo equipo del Soberano de tenis de mesa y un largo etcétera. Los apoyos comerciales tenían que pasar, de forma indefectible, por el Ayuntamiento lo que hacía que los equipos dependiesen en su totalidad del ente municipal. Así ha sido casi imposible que, si exceptuamos el fútbol, los equipos hayan podido dirigir sus pasos de forma individual. Y es que si se sentaban a la mesa con un patrocinador, éste le decía que ya había alcanzado un determinado acuerdo con el Ayuntamiento y que éste era el que tenía que decidir.
Un control excesivo ha condicionado que los equipos viviesen del apoyo municipal, que se encontrasen con puertas cerradas y que cuando los apoyos se evaporaban no tuviesen opción alguna de generar ingresos. Además, y esto es también rigurosamente cierto, el apoyo de las aficiones tampoco ha sido importante en momento alguno. Exceptuando los llenos que se produjeron en ocasiones con el fútbol sala en el Ruiz-Mateos, que tampoco llegaba a las dos mil personas, los demás eventos deportivos no han recibido el respaldo popular que se podía esperar y eso, quiérase o no, también ha terminado pasando factura.
Pero lo que se ha ido ya no vuelve. Y por eso, desde el propio Ayuntamiento tendrán que reinventarse una nueva ciudad del deporte. Para ello los polideportivos deberán estar en perfecto estado de revista, porque el Acuña ni tiene luz ni tiene agua y cuando llueve se encuentra impracticable, solo por poner un ejemplo. Y también se deberán incentivar las escuelas municipales, la base de los distintos deportes -más allá de la intención de que se practique deporte aunque algunos equipos funcionen como empresas, no importando si los chavales o chavalas saben o no practicar el deporte sino buscando el rendimiento económico de sus presencias- con la vista puesta de que en un tiempo más o menos corto Jerez recupere su sitio a nivel nacional en determinadas especialidades deportivas. Ese Consejo Local del Deporte que se constituyó en su momento tiene que tener viabilidad y si no habrá que ser muy claros con los equipos. Apoyos sí, pero manos limpias y proyectos reales y no cerrar puertas, sino abrirlas y no volver a errores del pasado, a que los equipos se conviertan en clientes del Ayuntamiento. El clientelismo ha acabado con la ciudad del deporte, la crisis económica también, pero ese clientelismo excesivo tenía que pasar factura y la ha terminado pasando. Más que ciudad del deporte, Jerez es la ciudad sin deportes de élite. Mucha cantera, pero una cantera que da resultados exiguos y si no ahí está la plantilla del Xerez.
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