“Ojala esta sea la única noche que tengamos que acampar aquí”. Lorena y varios vecinos de la calle Desconsuelo en el bloque 6 de La Asunción se mudaron anoche frente al Ayuntamiento, la zona más reclamada en el último año para pernoctar, para pedir una solución urgente que les permita vivir en su casa sin el miedo en el cuerpo de que el techo se les cae encima. Ella, su marido y su hijo es una de las seis familias de este piso que llevan varios años viviendo en un edificio con los inmuebles de la última planta apuntalados. Hace dos, la madre de Lorena, Ana Ramírez y su hija menor tuvieron que abandonarla después de que Urbanismo le advirtiera del riesgo que corrían y de que serían sancionada en 72 horas si no dejaba el inmueble.
Divorciada, no le quedó más remedio que meterse en casa de Lorena, una planta más abajo, donde viven además su marido y su nieto. La otra familia afectada se marchó a otro inmueble. Después de que la crisis se llevara por delante el programa de rehabilitación de viviendas de la Junta, que financiaba la totalidad de la obra a razón de 75% la Administración andaluza y el 25% el Ayuntamiento, ahora Ana está pagando una hipoteca y se le quiere cobrar la contribución “cuando no puedo estar en mi casa”.
Al igual que cada vecino, vive con el miedo en el cuerpo cada vez que vienen las lluvias ante el temor de que el techo acabe cediendo y se venga abajo. Hasta el momento la única solución que les dan en la Junta pasa siempre por adelantar los 23.000 euros, descontando los 12.000 que la comunidad tiene concedido en concepto de subvención por las inundaciones, para reparar la cubierta. Hace unos años la comunidad ya se gastó 700 euros en apuntalar varias estancias y ninguno de ellos está en condiciones de hacer frente a esta cantidad al estar varios de ellos en paro y llegar a duras penas a fin de mes.
Cansados de que nadie les haga caso y de sentirse “más seguros fuera que dentro del bloque”, están dispuestos a turnarse para dormir cada noche frente al Consistorio hasta que no se desbloquee su proyecto, del que sólo reclaman el arreglo de la cubierta.
Cansados de esperar
¿Por qué primero al Ayuntamiento?Porque dicen estar hartos de las promesas de los tres últimos alcaldes. “¿Qué están esperando a que se caiga y pase algo?Por aquí han venido todos, desde Pacheco, hasta Pilar Sánchez y Pelayo y todos se han llevado las manos a la cabeza pero cuando han salido del bloque se han olvidado”.
Conscientes de que el mayor peso del problema lo tiene la Junta, su acampada llegará a las puertas de la Delegación provincial de Vivienda si en los próximos días siguen sin novedades, aunque tienen la esperanza de que la alcaldesa les llame con buenas noticias tras trasladar el problema al vicepresidente de la Junta de Andalucía, Diego Valderas.
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