La Delegación provincial de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente ya posee el proyecto de un parque de esquí náutico por cable en el lago de Arcos de la Frontera, promovido por la empresa internacional Aquacom, aunque el Ayuntamiento goza en su poder de un segundo proyecto que, de recibir los parabienes legales, también podría salir adelante.
Respecto a la primera iniciativa, aunque aún no se ha confirmado, cabe la posibilidad de que el parque se valga de las actuales instalaciones del centro municipal de Deportes Náuticos, como queda contemplado en el proyecto remitido a la Junta. En su esencia, se trata de instalar unos cables paralelos en el embalse, movidos por un motor de 60 cv. de potencia. El esquiador sería literalmente arrastrado por el cable, operación que se realizaría mediante unos pilones.
Además, contempla la construcción de una casa club o la adaptación de las instalaciones públicas, según reza en el proyecto. Este equipamiento dispondría de vestuarios, aseos, cuarto de almacén y herramientas, oficina, bar, lugar de alquiler y venta de material, y una tribuna para espectadores, entre otros servicios.
En su naturaleza, aspira a convertirse en un atractivo turístico para el municipio, con la idea de ser visitado por la provincia y el resto de Andalucía, ya que este tipo de equipamientos para la práctica de deportes náuticos no es demasiado común, entre otros motivos porque no todos los municipios tienen un recurso como el lago de Arcos.
Según el proyecto, el parque sustituiría a uno convencional de unas 30 lanchas motoras, que consumen en torno a 60 kilowatios por hora, mientras que el consumo del cable es de 4 kilowatios. Por tanto, en esta infraestructura no es preciso el combustible, ya que las lanchas y el cable funcionan con un motor eléctrico. Ello facilita que no se emita gas y garantiza la ausencia de ruido.
Como curiosidad, algunas investigaciones sobre aguas con cable de esquí prueban que se produce una infiltración continua de oxígeno causada por la constante fricción y chapoteo de las tablas de esquí de los deportistas. Por tanto, problablemente los factores de oxígeno son mucho mayores en lagos donde hay un cable esquí que en otros donde no existe.
En la defensa ambiental del proyecto, el parque de esquí náutico por cable no produce olas porque no se usa embarcación. Las erosiones a las orillas están excluidas. Además, los caminos y veredas quedan fuera de esquiadores y visitantes.
Otros estudios apuntan que el cable esquí atrae y beneficia las grandes acumulaciones de peces, especialmente por donde el agua se agita más intensamente y por tanto es más oxigenada. Por ello, este tipo de equipamiento podría reducir la presión en áreas naturales ecológicas sensibles. En el caso de Arcos, se estima que las instalaciones podrían beneficiar incluso a la pesca deportiva y de competición.
En la parte deportiva, el esquí náutico y el llamado wake boarding se han convertido en deportes muy accesibles, dejando en este sentido de ser prácticas elitistas para una clase pudiente. Resulta muy fácil aprender, basta con saber nadar y tener más de cinco años de edad.
Los parques de esquí náutico se han prodigado por todo el mundo en los últimos años, y existe un turismo, principalmente europeo, que los demanda continuamente. Todo ello afecta, según otras experiencias, a la demanda hotelera y de restauración, amén del elevado número de personas que atraería a la ciudad coincidiendo con la celebración de algún premio.
Urbanismo acoge el proyecto con satisfacción
La Delegación de Urbanismo de Arcos acoge con satisfacción ambos proyectos porque, según estima, supondrán un revulsivo. El segundo proyecto está promovido por un empresario de Arcos y fue presentado en el Ayuntamiento la pasada primavera. El delegado Manuel Erdozain considera que, de recibir el permiso de la Junta, el Ayuntamiento no pondrá pega alguna.
No obstante, la Junta ya ha emitido en este caso informes favorables del departamento de espacios naturales y del de navegación, a expensas del informe del departamento de aguas que podría publicarse estos días.
Además, señala que ambos proyectos son prácticamente iguales y que no provocarían impacto ambiental alguno dado su carácter de inocuo. En cualquier caso, los dos están a la espera de recibir una autorización ambiental definitiva que permita su viabilidad. La aprobación de uno supedita, según Erdozain, la aprobación del otro porque ambos reúnen las mismas condiciones técnicas. De hecho, la inversión prevista podría rondar en los dos casos los 600.000 euros.
De otro lado, el Ayuntamiento ha previsto, según Urbanismo, sacar adelante la licitación del servicio de restaurante, el cual vendrá a sustituir la antigua carpa del centro deportivo; un local acristalado apto para presenciar las actividades deportivas. Erdozain aclara que mientras un proyecto tiene un carácter privado cien por cien, el segundo contaría con apoyo público,e incluso estará también pendiente de una nueva clasificación de terrenos.
Pide cautela con los plazos
Erdozain añade que “estoy convencido de que hay financiación para un proyecto y otro, con lo cual si hay viabilidad, en octubre o noviembre podrían comenzar a desarrollarse”. Sin embargo, el delegado de Urbanismo también alude a la cautela, “pero confiemos que se hagan realidad por el bien de Arcos”.
Este medio ha sabido que Ecologistas en Acción estudia presentar alegaciones contra el primer proyecto, es decir, el que ya se encuentra en la Delegación provincial de Medio Ambiente, ya que considera que puede afectar al paraje natural de la cola del pantano de Arcos y que se beneficia a una empresa privada con un bien que es público como es el pantano. Queda poco más de una semana, al parecer, para alegar contra el proyecto, pero Ecologistas recuerda que se sitúa en un paraje protegido, recientemente ampliado en su término, donde habitan valiosas especies, tanto en la flora como en la fauna, que se podrían ver alteradas.
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