Hasta la fecha, la epidemia de cólera que azota al país africano ha causado la muerte de más de 3.000 personas y los contagiados ascienden a 57.702 personas.
Además de afectar a todas las provincias del país, la epidemia se ha propagado más allá de la frontera con África del Sur, donde ya se han detectado más de 2.600 casos y se han producido 31 muertes.
La portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Fadela Chaïb, lamentó que “el cólera está fuera de control, algo que no cambiará en un futuro próximo”.
Por este motivo, ha manifestado que “desgraciadamente nos acercamos al peor de los escenarios, con 60.000 personas enfermas”.
Según la ONG Cáritas Suiza, “el país está de rodillas y la gente sufre una gran falta de agua potable y de productos alimenticios, cuyo precio se ha puesto por las nubes debido a la inflación”.
La temporada de lluvia que dura en Zimbabue de enero a marzo no hace más que complicar la situación, ya que la epidemia se propaga por las aguas contaminadas, y dificulta el envío de la ayuda de urgencia.
Las agencias humanitarias habían establecido el “peor” escenario en el caso de que las víctimas de la epidemia alcanzasen las 60.000 personas.
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