José Manuel Duarte, Secretario Adjunto del Ayuntamiento de Estepona desde el año 2003 y con una dilatada trayectoria profesional como habilitado nacional en distintos ayuntamientos, vuelve a ser noticia. Si anteriormente lo había sido por enviar, a principios de año, un polémico escrito a la Subdelegación de Gobierno y a la Subdelegación de Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga en el que se relatan una serie de supuestas irregularidades en la gestión del equipo de Gobierno popular (este asunto fue meses más tarde archivado por la propia Junta de Andalucía), ahora lo es por distintas actitudes y dejación.
Lo que es evidente es que la relación entre el funcionario público, el alcalde y sus concejales, no es lo que se pueda denominar “cordial”. Los tiras y aflojas han sido constantes desde entonces, hasta el punto de que en fecha 30 de agosto el primer edil, José María García Urbano firmó dos decretos abriendo sendos expedientes disciplinarios a Duarte “por faltas leves” a raíz de los informes emitidos por un Técnico de Recursos Humanos.
Los expedientes
En uno de esos decretos el empleado municipal responsable del Personal municipal argumenta que los concejales Ana Velasco y José Antonio Vílchez hicieron constar que “el funcionario con habilitación de carácter estatal que presta servicios en esta Corporación, D. José Manuel Duarte Domínguez, a las 12:00 de la mañana aproximadamente, se dirigió de forma agresiva y amenazante a los mismos, en presencia de testigos y en la vía pública”.
Esta conducta se encuentra tipificada como falta leve en el artículo 8 del Real Decreto 33/1986, del Régimen Disciplinario de los Funcionarios de la Administración del Estado. Así, con fecha 28 de agosto un Técnico de Recursos Humanos emite un informe en el que se concluye que “se han llevado a cabo conductas susceptibles de ser calificadas como faltas leves”. Finalmente, el alcalde de la localidad en fecha 30 de agosto firma un decreto incoando expedientes disciplinario “por la presunta comisión de dos faltas leves”.
El otro expediente disciplinario viene motivado por la negativa de José Manuel Duarte de recibir documentación que provenía de la Alcaldía-Presidencia.
Según consta en el decreto firmado por José María García Urbano, “en su calidad de Secretario Adjunto le corresponden, entre otras, las atribuciones de coordinación y supervisión del Inventario Municipal de Bienes, así como la emisión de los correspondientes certificados relacionados con el mismo, No obstante lo anterior, de forma reiterada viene exigiendo para la realización de las labores encomendadas que las certificaciones sean visadas por la Alcaldía-Presidencia con anterioridad a su expedición por el mismo. A todo ello se une la negativa a recibir documentación emitida por esta Alcaldía-Presidencia, cuya supervisión está directamente atribuida por la ya mentada resolución y originando un considerable retraso en los expedientes y una dejación de sus funciones encomendadas”.
¿Será el último capítulo de esta historia? O, ¿seguirán las malas relaciones provocando enfrentamientos entre las partes?
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