El Juzgado de Instrucción número 1 de Granada ha imputado por un posible delito contra el medio ambiente a cuatro altos cargos de Cervezas Alhambra y del Grupo Mahou San Miguel por el caso de los ruidos que genera la fábrica situada en la Avenida de Murcia, en Granada capital, que fueron denunciados por los vecinos de un bloque de pisos cercano, han informado a Europa Press fuentes judiciales.
Será a partir de este viernes cuando tendrán que comenzar a pasar por la sede judicial para ofrecer testimonio, después de que los afectados, residentes de un bloque de VPO construida por la empresa municipal de vivienda (Emuvyssa) comparecieran el pasado 27 de agosto, según publica este lunes el diario 'Granada Hoy', que avanza la noticia.
El pasado mes de junio la Audiencia Provincial de Granada consideró en un auto que los ruidos que generaba la planta granadina debían ser objeto de investigación penal, y que en el caso de Cervezas Alhambra hay mediciones del ruido que superan los límites legales establecidos por las ordenanzas municipales, "llegando a ser calificado en uno de los casos de intolerable. La existencia de un expediente sancionador incoado por la administración no excluiría la existencia de infracción penal".
Asimismo, a finales del mes de julio la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente informó de que había trasladado a la Fiscalía Provincial de Granada el posible incumplimiento de los plazos para adoptar medidas contra el ruido por parte de la empresa, que fue sancionada por este motivo con 20.000 euros por una infracción muy grave.
La Junta de Andalucía, que dio 45 días de plazo para que diera solución al conflicto, se reservaba la capacidad para ejercer este "trámite administrativo", ya que así se lo trasladó a la compañía el pasado mes de junio, advirtiéndole de que podía incurrir en un posible delito de desobediencia con incidencia en el medio ambiente.
El problema surgió tras la denuncia planteada por los vecinos de un bloque construido por la empresa municipal Emuvyssa cerca de la planta granadina, que motivó una investigación de Medio Ambiente. Las mediciones de los niveles de ruido revelaron la superación de los valores establecidos, permanente en el tiempo, por lo que suponía "un riesgo grave para la salud de las personas".
La empresa, que ha adoptado medidas para disminuir los niveles de ruido en varias ocasiones, recurrió la sanción impuesta por la Consejería tras las mediciones y recordó que la planta granadina se encuentra en suelo industrial, pese a que se le obliga a cumplir una normativa medioambiental aplicable a zonas residenciales.
En ese sentido, llamó la atención en que "quizá" el ordenamiento urbanístico de la ciudad no tuvo en cuenta la posible "colisión" entre ambas calificaciones, aunque aclarando que no quiere acusar a ninguna administración por ello.
"Nuestra predisposición es hacer todo lo posible para disminuir los niveles de ruido. Lo nuestro es hacer cerveza y en eso queremos seguir", dijo entonces a Europa Press un portavoz de la compañía.
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