Septiembre y Feria casan a la perfección. Basta haberse pasado cualquiera de estas últimas noches por la Alameda Vieja para comprobarlo. Ya ocurría hace más de tres décadas, y la versión ‘light’ más cercana a una muestra de tapas que a la cita ineludible con el vino, que los afortunados conocieron en su tiempo, lo ha demostrado en su segunda edición de la Feria Gastronómica, a la que todos conocen ya como la Feria de la Vendimia.
La cita que anoche se despidió ha reunido desde el pasado miércoles a miles de personas, no ha decepcionado, y ha ambientado durante todo el fin de semana el centro de Jerez como nunca. Ha habido sinergia y mucho con esta cita, ya que el reclamo de los jerezanos no se ha limitado única y exclusivamente al “recinto ferial” sino que han sido muchos los bares del entorno (Plaza del Arenal, calle Larga...) los que se han beneficiado de una convocatoria que, a falta de balance oficial, tiene más que garantizada una tercera edición.
Aunque el momento de mayor actividad han sido las noches, ni las altas temperaturas han conseguido vaciar la Alameda Vieja hasta que la Policía Local ha desalojado la zona de casetas rozando las tres de la madrugada. La organización, aparte de un mayor espacio en el paseo central que se agradece, ha arañado también más de una hora de cierre respecto a la primera edición. Aunque tendrán que hacer cuentas, por norma general los hosteleros que han trasladado sus tapas a las más de 20 casetas han sacado tajada. “Mira, dicen que hay crisis y esto está lleno, llevo sin parar todo el día, y hemos hecho mesas de hasta 600 euros”, comentaba un camarero de un conocido restaurante.
Y es que aunque la excusa es disfrutar de la tapa estrella, la cual algunos se curran más que otros -todo hay que decirlo- por 2.50 más una bebida, la mayoría de los establecimientos tira de su clientela habitual, que no ha dudado en acercarse hasta el centro para apoyarle. Familias enteras han tapeado estos días y siguieron haciéndolo ayer. Una vez más los más jóvenes se han volcado con una iniciativa para los que algunos reclaman ya más espacio e, inevitablemente, el González Hontoria vuelve a la cabeza de muchos.
De nuevo el debate está en la calle. Aunque la organización, que recae en la empresa Zona 956, insiste en que este evento está pensado para dar vida al centro de Jerez, con lo que de momento parece que un cambio de ubicación estaría lejano en el tiempo.
Asignaturas pendientes a mejorar: que algunos establecimientos hayan puesto veladores propios distintos a los del estilo andaluz habituales de la primera edición, al igual que los cubiertos y platos desechables, ya que estéticamente restan bastante al conjunto de esta feria.
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