Al Real Madrid Castilla le ha bastado con la calidad individual de sus hombres y un fallo del rival para lograr la segunda victoria de la temporada ante un Xerez que se fue diluyendo con el paso de los minutos.
La lluvia, que había arreciado con fuerza en la capital de España a última hora de la tarde, le concedió una tregua a ambos equipos aunque anegó el césped dificultando el juego.
El que más lo acusó fue el Castilla, encerrado en su área e irreconocible en el arranque. La consecuencia fue que el Xerez, sin hacer demasiado, se adelantó en el marcador. Un fallo en la salida de Juanfran, lo aprovechó Bruno para recuperar la pelota y cedérsela a Vélez, que con un fuerte disparo acababa con la monotonía.
La diana no hizo mejorar a los locales que, sin embargo, tenían guardado en la manga el as de la calidad individual. El primer destello lo puso Morata, que no necesitó ni media ocasión para hacer el empate. Cazó un balón en la frontal, se dio la media vuelta y la puso abajo ante la impotencia de Toni.
El segundo fue coral. En una falta al borde del área, Mosquera picó el balón por encima de la barrera y encontró a Borja, que acertó a meter la pierna adelantándose al portero.
La inercia positiva favoreció también a los blancos tras el descanso. Un malentendido entre el meta y Raúl Cámara dejó a Jesé la portería libre. El canario no perdonó y puso tierra De por medio.
A partir de ahí, el Xerez bajó los brazos y el filial madridista comenzó a gustarse, practicando un fútbol de contras vertiginosas al que solo le faltó acierto en los metros finales. Precisamente esa circunstancia a punto estuvo de costarles un disgusto pero el tanto de José Mari, tras rematar de cabeza un corner, llegó tarde, ya con el público abandonando la grada.
El resultado da alas a los de Toril, que han sumado todos los puntos en casa. Los andaluces, mientras, encajan su tercera derrota seguida después de caer con anterioridad ante Mirandés y Almería.
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