El Puerto

Máxima pena

Un gol inexistente condenó a un Racing Portuense, que sin cuajar un gran partido, no mereció tanto castigo. Raúl López fue expulsado.

Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai
  • Natera y Juanmi, junto a un jugador pozoalbense.

Hay partidos que no pueden tener un desenlace feliz. La previa desangelada, unas 70 personas se dieron cita en el vetusto Municipal pozoalbense, aventuraba que poca o ninguna tensión habría en el caluroso estreno liguero.

El Racing Portuense acudía con la baja de Benítez, pero con la plena intención de sacar algo positivo. Con un once previsible, los de Mere fueron imponiéndose buena parte del partido a rachas. Irregulares en la entrega y en la conducción del esférico. Con un juego a veces fluido y otras a contrapié, fue discurriendo el partido.

El estado del césped tampoco ayudaba a muchas florituras, por lo que el balón pocas veces encontró el cariño del que había dispensado en la pretemporada. Lejos del preciosismo, la efectividad fue la idea predominante. La escasa presencia ofensiva marcaba el encuentro.

Dos lanzamientos altos de Manzano y Natera fueron los dos acercamientos más claros de un conjunto que se mostró muy cómodo ante un Pozoblanco indolente, joven y que o se enmienda o pasará algún que otro apuro para mantener la categoría.

De igual modo, se reclamaron unas manos insistentemente, aunque sin que se apreciara con claridad si fueron dentro o fuera del área. Lo que sí quedó meridianamente claro es que si fueron interceptadas por un defensor cordobés. El árbitro en esta ocasión, se hizo el sueco y prefirió obviar lo que todos vieron. No lo haría en el tramo final.

Tragedia

La segunda mitad empezó con nuevos bríos. Ambos equipos más enchufados y dispuestos a resolver. El equipo local quería pero sabía. El Racing tuvo en las botas de Álex Expósito el gol de la victoria. Se palpaba que no se iban a celebrar demasiados goles. El lanzamiento a la izquierda del portero local llevó el uy y la esperanza de conseguir algo más que un punto de Pozoblanco.

El tiempo empezó a correr y el 0-0 iba a ser el resultado más justo y el premio para dos equipos que empezaron a conformarse con ese primer punto. Aunque el desenlace del choque aguardaría toda la emoción y toda la impotencia tras dos decisiones cuanto menos determinantes.

En primer lugar, el trencilla decidió pitar, a petición popular, un derribo de Guille dentro del área, minutos después de que el jugador local alargase en el césped su derribo. Ante la sorpresa de todos, incluida la pozoalbense, Marcos Martínez, decretó pena máxima. Ver para creer, se empezaba a diluir entre las manos el premio de todo un partido.

Los jugadores rodearon ante las protestas generalizadas y poco o nada se pudo hacer, solo lamentarse y confiar en que el penalti no subiera al marcador. Galiano, señalado por el árbitro como el inductor de la pena, no podía creerse este final.

Pascual se dirigió a la pelota, sin titubear ajustó el esférico lejos de Ismael y pegado al palo izquierdo. El júbilo del escaso público empezaba a celebrar una victoria tan inesperada como injusta. Cosas del fútbol dicen unos, robo, dicen otros.

El Racing muy cansado por todo el esfuerzo realizado tiraba de la heroica y empezó a arrinconar a un Pozoblanco que renunció descaradamente del balón. Le pesaba, le estorbaba y sin reparos lanzaba el cuero lo más lejos del portal de Choco. La frescura de los recién entrado no fueron suficiente para conseguir igualar el partido. Ya no había tiempo. Bueno sí.

Para que, otra vez, Marcos Martínez, decidiera terminar de redondear su actuación. Sublime dirán unos, rastrera dirán otros. Cuando expulsó a Raúl López, tras entender que éste simuló una caída buscando un penalti. No hubo más penas máxima, la única, la escasa fortuna y el escaso trato igualitario que recibió de un árbitro, que a falta de mayor interés y emoción, se erigió el triste protagonista.

La derrota no debiera ocultar ciertos detalles que hay que pulir. Estamos en época donde se ultima el ensamblaje. Es cierto, como que a éste Racing le falta más dinamita en la parte de arriba. La defensa estuvo perfecta, de 10. Entrega máxima y con un equipo solidario. Esto nada más que acaba de comenzar, queda mucho.

La próxima cita será ante el CD Alcalá, el sábado a las 20.00. El estreno, el de casa, servirá para desquitarse de una derrota amarga.

FICHA TÉCNICA:

CD Pozoblanco: Choco, José Manuel, Moyano, Alberto Fernández, Lara, Adri, Yoyo (Guille, 42‘), Pedrito, Silva (Abraham, 56‘), Mena (Flaco, 92‘) y Pascual.

Racing Portuense: Ismael, Capi, Bajic, Galiano, Raúl López, Matallanas, Alberto, Manzano, Natera (Borja Peinado, 69‘), Juanmi y Álex Expósito (Zarzuela, 79‘).

Árbitro: Marcos Martínez (jiennense). Expulsó por doble amarilla al visitante Raúl López (86'). Tarjetas amarillas a los locales Pascual, Alberto Fernández, Pedrito y Guille; y a los visitantes Galiano, Matallanas, Natera, Borja Peinado, Juanmi. Gol: 1-0 (85') Pascual, de penalti.

Incidencias: Primer partido de Liga, disputado en el Municipal de Pozoblanco ante unos 70 espectadores, entre los que se encontraban algunos racinguistas. Césped irregular y con alguna calva.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN