La Policía Nacional ha detenido en Sevilla a tres personas que, supuestamente, habían registrado una sociedad mercantil que era utilizada como 'tapadera' y con la que trataron de estafar 500.000 euros. La empresa estaba, en apariencia, dedicada a la venta de relojes de lujo, negocio que utilizaban para hacer que parecieran legales sus operaciones bancarias.
Los detenidos pretendían ingresar en una cuenta, a nombre de la sociedad mercantil, un falso cheque de una entidad bancaria francesa por valor de medio millón de euros, según ha informado el Ministerio del Interior a través de una nota.
Los presuntos responsables de la estafa, identificados como J.C.F.M, nacido en 1959, P.L.A, de 1989 y J.A.A.L de 1956, son ciudadanos de Portugal y han sido detenidos por los agentes por sendos delitos de falsificación, asociación ilícita y estafa.
Estos habían creado presuntamente una empresa dedicada a la venta de relojes de lujo, que nunca llegó a estar en funcionamiento, pero que tenía sus documentos en regla, con la finalidad de usarla para operar en diversas entidades bancarias y ganarse la confianza de los empleados y directivos para luego ingresar un cheque falso por valor de 500.000 euros.
El objeto de la 'tapadera' --creada como una sociedad mercantil el día 25 de abril de este año-- era la compra-venta de relojes, gafas de sol y artículos de regalo de lujo, para lo que contrataron diversas cuentas bancarias al objeto de comenzar su actividad comercial, aunque la empresa no tenía domicilio y solo figuraba la dirección de su supuesto administrador.
Así, según añade la Policía, el 11 de julio dos de ellos se personaron en la sucursal bancaria mientras el tercero, que hacía de conductor, les esperaba en la puerta para ingresar un cheque bancario por valor de 500.000 euros que, en apariencia, era totalmente legal, tras una supuesta venta a unos clientes de Francia. Dicho cheque venía acompañado de una carta de conformidad supuestamente emitida por la misma entidad francesa y que lo legitimaba para su cobro.
Tras hablar con el director, los presuntos estafadores dispusieron lo oportuno para ordenar cinco transferencias a otras tantas cuentas de otras entidades por esa cantidad, una vez que el ingreso se hiciera efectivo.
El banco, que sospechó de la operación, solicitó una última comprobación de seguridad con la entidad francesa emisora del cheque, tras lo que, al no hacerse efectiva la transferencia solicitada, estos comenzaron a personarse todos los días en la sucursal para protestar ante el director.
TARJETAS CLONADAS
La Policía sostiene que la insistencia de los supuestos empresarios no hizo más que confirmar las sospechas, pues la respuesta del banco francés sobre el cheque confirmaba que este se trataba de una falsificación.
Puestos estos hechos en conocimiento de los especialistas en delincuencia económica de la Policía Nacional, se diseñó una investigación destinada al total esclarecimiento de lo ocurrido y la identificación y detención de los autores.
Finalizadas las primeras pesquisas, lograron la identificación de los tres implicados y su forma de actuación, que abarcaba, además de lo ya expuesto, la contratación de un terminal TPV con otro banco para las operaciones económicas con tarjetas y las ventas por Internet a nombre de la sociedad. Estaban usando dicho terminal para realizar cargos en tarjetas clonadas ilícitamente que obtenían a través de Internet, procedimiento por el que ya habían obtenido más de 5.000 euros.
Además, los agentes pudieron comprobar que los destinatarios de las cinco transferencias mediante las que iban a retirar los 500.000 euros del banco eran una serie de empresas y sociedades que, finalmente, estaban a nombre de uno de los ahora detenidos como administrador de la misma.
Por todo ello, los agentes detuvieron a los tres integrantes del grupo cuando se dirigían, un día más, a la sucursal donde trataban de recibir el ingreso del cheque. Posteriormente, se realizó el registro de los domicilios de los detenidos, uno de los cuales figuraba como sede de la sociedad mercantil, en los que intervinieron varios ordenadores, documentos y facturas que están siendo analizados.
Tras la finalización del atestado policial, los detenidos pasaron a disposición de la autoridad judicial. Solo a uno de ellos le constaba una reseña policial previa en nuestro país por un ilícito de la misma naturaleza.
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