El inspector jefe del Área de mediación, negociación y responsabilidad social corporativa de los Mossos d'Esquadra, Xavier Pastor, ha vaticinado que este otoño será "complicado" debido a la actual situación económica que vive Cataluña y las nuevas medidas económicas y sociales que pueden implementarse, y que generarán nuevas movilizaciones y conflictos sociales.
En una entrevista de Europa Press, Pastor ha confiado en que, sin embargo, las movilizaciones sean pacíficas, después del intenso trabajo que han realizado en los últimos meses para darse a conocer entre entidades y colectivos, aunque ha admitido: "A corto plazo no parece que haya de mejorar la conflictividad social".
Ha explicado que esta unidad, formada por nueve mossos d'Esquadra, ha contactado con más de 150 colectivos de todo tipo desde que empezó a funcionar a mediados de marzo, y con algunos han tenido reuniones semanales, por ejemplo con los sindicatos, "que traducen en la vía pública el descontento de mucha gente".
Entre estos colectivos están los sindicatos UGT, CC.OO., CGT, Usoc, Ustec, Sindicat de Metges de Catalunya, Sindicat de Periodistes y otros, miembros del movimiento 15M, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), usuarios de la banca (Adicae), representantes de la Federación Islámica de Catalunya, representantes de evangélicos, Justícia i Pau, entre muchos otros.
Su papel es el de mediar entre dos colectivos enfrentados cuando pueden generarse problemas de orden público, y por ejemplo hacen de bisagra entre el mando de un operativo o la fuerza del orden y los portavoces de un colectivo que está manifestándose, porque a ninguno de los dos bandos "les gustan las sorpresas, porque pueden ser mal interpretadas".
La primera prueba de fuego fue la huelga general del 29 de marzo en Barcelona, que degeneró en graves altercados violentos en el centro de la ciudad y que ha acabado dejando un balance de más de 100 detenidos, entre ellos sindicalistas y estudiantes, algo que no les ha facilitado el trabajo, aunque según ha puntualizado: "Que en una cosa no estemos de acuerdo no significa que no continuemos trabajando juntos".
"Cuando llegas a un estadio de conflicto en que la palabra ya no sirve, lo que la policía no puede hacer es irse y no hacer nada. Tiene que poner orden, ha de restablecer el orden. ¿Qué policía tendríamos si no hiciera nada? Hemos de conseguir que cuando marche la policía el lugar esté pacífico", ha reflexionado.
Sobre la violencia de ese día, ha valorado: "Fue una gran sorpresa. Hemos de intentar que nunca más se repita", aunque, a su entender, el grado de violencia que se alcanzó ese día ha marcado un punto de inflexión en la sociedad catalana.
También intervinieron por el aniversario del movimiento 15M en Barcelona, cuando durante varios días se repitieron las acampadas en plaza Catalunya, aunque mucho menos multitudinarias, y una de las noches, el mismo inspector tuvo que tranquilizar a unos acampados sobre el movimiento de los furgones de antidisturbios: "Es la hora del relevo, no pasa nada, no os van a desalojar".
FORMACIÓN PREVIA
Los agentes que forman esta unidad --de disciplinas como la Psicología, el Derecho, Geografía Humana y el Trabajo Social--, han tenido unas semanas de formación con la mediadora israelí, y según Pastor, todos los integrantes han sido seleccionados por sus "buenas dotes de comunicación, saber estar y ser conciliadores".
Por el momento, en sus casi cinco meses de vida, esta área ha logrado mediar o negociar en unos cincuenta casos, a veces para cuestiones tan simples como la modificación del recorrido de una manifestación y otras en conflictos más complejos.
Pastor ha añadido que otra de sus funciones es tratar de cambiar la imagen que la ciudadanía tiene de los Mossos, ya que la policía catalana es "mucho más heterogénea" que los antidisturbios de la Brigada Móvil, que solo supone el 2,5% del cuerpo, porque hay un 97,5% se dedica a otras tareas, principalmente asistenciales (un 60%).
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