La kayakista española Maialen Chourraut se ha colgado este jueves la medalla de bronce en la modalidad de K-1 en los Juegos Olímpicos, por lo que España suma su segundo metal en Londres, tras la plata conquistada por la nadadora Mireia Belmonte en la prueba de 200 mariposa, y el primero en la historia del piragüismo español en aguas bravas.
La donostiarra, segunda del ranking mundial y ganadora del bronce en el Mundial de Bratislava en 2011, finalizó tercera por detrás de la francesa Emilie Fer y de la australiana Jessica Fox, oro y plata, respectivamente, en un recorrido muy difícil debido al fuerte viento que soplaba, pero confirmando los pronósticos que la señalaban como una de las favoritas, avalada por sus triunfos de este año en la Copa del Mundo.
Tras marcar el mejor tiempo en las series eliminatorias del lunes y el segundo en la semifinal de este mismo jueves, Chourraut partía como firme aspirante al oro en la final sobre las aguas del Lee Valley White Water Centre y se quedó a menos de un segundo de lograr la gloria absoluta.
Concretamente, 97 centésimas separaron de la medalla de oro a la kayakista del Atletico San Sebastián. Tras un inicio irregular, que le dejó a más de un segundo de Fer en el primer parcial, Chourraut se entonó en la zona intermedia hasta situarse a solo tres décimas de la francesa, pero en la parte final volvió a perder algo de tiempo y se tuvo que conformar con el tercer puesto del cajón, con suspense porque faltaba por bajar el mejor tiempo en las semifinales, la polaca Natalia Pacierpnik, que falló y permitió a la española saborear un metal trabajado.
En medio, con 36 centésimas de ventaja sobre la española, se coló Jessica Fox, que a sus 18 años logró convertirse en la sorpresa de la competición. Su inesperado rendimiento contrastó con la actuación de la austriaca Corinna Kuhnle, vigente campeona mundial que finalizó novena, y de la eslovaca Jana Dukatova, líder del ranking mundial y sexta sobre las aguas olímpicas.
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