En un comunicado, la Junta ha informado de que, desde que se dio de alta la alerta, sus inspectores han realizado casi 200 actuaciones en toda la Comunidad Autónoma para localizar dicho producto.
En aquellos casos en los que se han identificado zapatos posiblemente afectados, los empresarios se han mostrado colaboradores y han accedido a retirar el calzado, señaló la nota. El dimetilfumarato es una sustancia no autorizada que puede generar alergias en la piel, irritación e incluso lesiones.
En el BOE del día 21 se anunció el acuerdo del Ministerio de Sanidad y Consumo para la iniciación del procedimiento destinado a prohibir la comercialización de calzado, sillones y cualquier artículo que por su uso vaya a estar en contacto con la piel y contenga esta sustancia. La Dirección General de Consumo de la Consejería de Gobernación puso en marcha inspecciones de manera preventiva en todas las provincias andaluzas.
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