Los trabajadores de Sufi-Cointer, la empresa encargada de la recogida de basura de Cádiz, han concluido en la madrugada de este sábado la huelga que inició el pasado lunes sin lograr su principal reivindicación --una subida salarial amparada en su convenio colectivo--, y por temor a verse envueltos en una "batalla campal" con algunos vecinos de la ciudad, a quienes atribuyen "amenazas y vejaciones".
Así lo ha explicado a Europa Press el portavoz de los trabajadores, Tomás Calvo, quien, de esta manera, ha revelado que el paro no ha concluido porque la plantilla haya alcanzado un acuerdo con la empresa, sino por el "acoso fuerte y violento" al que, según ha subrayado, estaban sometiendo algunos ciudadanos a los empleados que a lo largo de esta semana han prestado los servicios mínimos establecidos.
En concreto, algunos de ellos han sido objeto de "vejaciones" e "intentos de agresión" por parte de algunos ciudadanos, según Calvo, quien, no obstante, ha señalado que estos hechos no han sido denunciados por la "dificultad" de demostrar su veracidad, toda vez que se producían "cuando los empleados se encontraban solos", sin que hubiera, por tanto, testigos que pudieran ratificar lo sucedido.
El representante de la plantilla ve al Ayuntamiento detrás de la "presión" de estos vecinos, ya que le culpa de haber "mediatizado" este conflicto para predisponer a la ciudadanía en contra de estos trabajadores, una estrategia que ha tachado de "equivocada".
AUTOCRÍTICA
Pese a ello, Calvo también ha realizado autocrítica, al admitir la posibilidad de que sus compañeros no hayan sido capaces de "explicar bien" a los ciudadanos su "problemática" y lograr que éstos comprendieran sus exigencias, que pasaban por una subida de sueldos.
De esta manera, tras constatar que la "presión" de los vecinos, a quienes "se deben en tanto que empleados públicos", se estaba "radicalizando", los trabajadores han decidido "por mayoría absoluta" en una asamblea celebrada en la madrugada de este sábado dar por concluida la huelga "sin ninguna condición".
A partir de ahora, según ha indicado el portavoz de la plantilla, los trabajadores se centrarán en la "vía judicial" emprendida para reclamar el cumplimiento de su convenio colectivo, mientras estudian posibles próximas protestas, si bien Calvo ha asegurado que no pondrán en marcha acciones como la huelga de esta semana hasta que "la sociedad no cuente con la suficiente información", para lo cual abogan por establecer con ella "vías de comunicación" y llevar a cabo reuniones con asociaciones de vecinos.
En ese sentido, Calvo ha señalado que la plantilla ha extraído una "lección" del desenlace de este paro laboral, la de que "no se puede adoptar ninguna movilización si antes no se informa suficientemente a los ciudadanos", por quienes, además, ha mostrado comprensión, ya que reconoce las "molestias" que les ha podido ocasionar la huelga.
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