Vanesa es una niña mozambiqueña de 11 años. Huérfana de padre y madre, es una de las cien niñas y niños acogidos en el Lar Siloé, un orfanato financiado por la ONGD jerezana y regentado por la congregación religiosa de las Hermanas de San José de Cluny. A finales del pasado año, la directora del Hogar mozambiqueño trasladó a la presidenta de Siloé, Rosalía Bejarano, el caso de la pequeña: estaba perdiendo la vista progresivamente y precisaba de un transplante de córnea para eludir la ceguera. En Mozambique carecían de los medios para la intervención y Sudáfrica era la opción más cercana, pero ¿por qué no en España?.
A partir de ese momento comenzaron las gestiones para que pudiese ser intervenida en el Hospital de Jerez y los burocráticos e interminables trámites en extranjería para que la menor pudiese ser acogida temporalmente en casa de Rosalía. “En marzo acabaron las gestiones y pudo venir a España, donde ha aguardado a la aparición de un donante para ser sometida a la intervención quirúrgica”.
El transplante de córnea se llevó a cabo el pasado viernes a cargo del equipo de oftalmología del Hospital de Jerez con un resultado “óptimo” -ayer mismo acudió a una nueva revisión y todo sigue su curso con normalidad-, aunque el periodo de recuperación hasta recibir el alta médica y que Vanesa pueda regresar a su “hogar” en Mozambique, en la ciudad de Munhava, puede prolongarse por espacio de unos seis meses.
Mientras tanto, Vanesa podrá seguir haciendo vida normal en Jerez junto a su “familia guardadora”, en incluso ha podido matricularse en el Colegio Público Isabel La Católica, donde ya fue admitida a su llegada a Jerez para cursar el último trimestre del curso. Según la presidenta de Siloé, su presencia en el colegio “le ha venido muy bien”, sobre todo a la hora de adaptarse a una nueva realidad, pese a las dificultades de visión y del idioma, ya que la menor habla en portugués.
Desde Siloé resaltan el caso de Vanesa, ya que “cuando se unen solidaridad, generosidad, profesionalidad y el esfuerzo de una ONGD, se consiguen frutos tan importantes como devolver la visión a una niña de Mozambique”. Además, subrayan su agradecimiento al servicio público de Salud, concretamente al Hospital de Jerez y su servicio de oftalmología, y a la familia donante “por hacer posible un futuro con más esperanza a Vanesa y a personas que viven en situación de debilidad”.
Durante el tiempo que Vanesa esté en España, desde Siloé, su presidenta está en la obligación de mantener informadas a las administraciones mozambiqueñas y al propio orfanato de todo el proceso, ya que existe el compromiso de que no puede ser adoptada.
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