Hace sólo unos días Facua-Consumidores en Acción informaba de que había detectado hasta 35 casos de venta de órganos por internet para trasplantes a instancias de personas que están pasando por un mal momento económico debido a la crisis, y la desesperación les ha llevado a ofertar desde el riñón, la médula e hígado a cambio de cantidades que oscilan entre los 6.000 y los 200.000 euros. La asociación que vela por los intereses de los consumidores ya ha denunciado la existencia de estos 35 casos ante la Fiscalía General del Estado, el Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil y la Secretaría General de Sanidad y Consumo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y ha pedido a los responsables de las web (anuncioses.com, anunico.es, blidoo.es) donde se han alojado los anuncios que los retire.
El caso de Luis Mariano Gismero, madrileño de 40 años pero vecino de Jerez desde hace cuatro años y medio, guarda algunas similitudes, porque también está dispuesto a donar órganos, pero su intención es hacerlo a cambio de un trabajo y nunca venderlo por dinero. Divorciado y con tres hijos, lleva más de un año sin ningún tipo de prestación económica después de haber agotado los dos años de desempleo, lo que le ha impedido pasar los 300 euros mensuales a su ex mujer por la manutención de sus hijos de 15 y 13 años.
Lo más grave de todo, según denuncia, es que ahora el juzgado le ha imputado en un delito de pensiones debido a las reiteradas denuncias de su ex esposa por no estar al día con la pensión alimenticia y le pide seis meses de cárcel por el impago reiterado de la pensión alimenticia.
Esta situación, como explica este ciudadano, si bien puede constituir un delito, tipificado en el Código Penal y conlleva pena de cárcel, no debería afectarle por su condición de desempleado al no recibir ningún tipo de ayuda desde hace más de un año, por lo que tanto su abogado como él confían en que esta petición no prospere. “Ha sido porque no me llegó una notificación del juzgado y no he presentado un papel, aunque al final como la justicia está para la mujer tendré que pagarlo”, denuncia.
Tal y como están las cosas, Luis no ha visto otra salida que hacerse donante y ofrecer sus órganos a aquellas personas con las que sean compatibles a cambio de que le ofrezcan un trabajo para “al menos tres años” aunque deja claro que no quiere dinero. “Estoy dispuesto a donar un riñón o un trozo de hígado por un trabajo, no pido dinero, sólo un trabajo para poder pasar la manutención de mis hijos porque mi mujer no me deja vivir”, denuncia.
Carpintero encofrador de profesión, hace un año llegó a irse a Argelia a trabajar durante seis meses, y desde entonces no ha vuelto a tener suerte en el plano laboral. Por lo que sus pocos ingresos llegan cuando hace la vendimia y tiene un techo donde dormir gracias a un hermano que le ha acogido en su casa.
Está dispuesto a trabajar “de lo que sea” y de hecho ha obtenido el permiso BTP para conducir ambulancias y empezará a trabajar en la Cruz Roja aunque de forma gratuita a la espera de que le llegue otra oportunidad para salir de este atolladero.
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