El Consejo de Administración del Cádiz CF no deja de trabajar. Anoche mismo ya estaba reunido para planificar la próxima temporada, algo que pasa en primera instancia por cerrar la presente, para lo que deben garantizarse una serie de pagos antes del próximo día 30, es decir, este mismo sábado. Una serie de pagos entre los que se incluyen las cantidades a cobrar por los futbolistas de la primera plantilla.
Con respecto a esto, el mensaje que lanza Martín José García Marichal, Secretario General y Portavoz, tiene una doble vertiente. Por un lado es tranquilizador al asegurar que la cantidad pendiente de abonarse es equiparable a lo que se debe ingresar, “salvo unas pequeñas variables que no suponen un margen alarmista”, de lo que se deduce que la supervivencia del club no está en peligro. Eso sí, para asegurar dicha subsistencia habrá que recortar gastos en parcelas bastante delicadas, como las secciones inferiores de la cantera amarilla.
Uno de esos ingresos pendientes podría llegar por parte del ayuntamiento, que calcula en unos 750.000 euros la compensación por el lucro cesante de las obras de Tribuna, cifra a la que podría aproximarse la cantidad que necesita el Cádiz CF para cerrar la temporada. El problema es que para abonar esa cantidad el ayuntamiento exige que el club renuncie a sus derechos sobre los locales en los bajos del nuevo estadio Carranza. Según apunta el Consejo, ese tema “sigue su curso y está solicitada una reunión con el ayuntamiento, pendiente de concretar la fecha”.
“Es el momento de estar con el club y la gestión continúa, ya estamos trabajando en el equipo de la próxima temporada porque para buscar el ascenso queremos hacerlo aún más competitivo que esta temporada”, asegura García Marichal, que anuncia un reunión con los empleados del Cádiz CF en los próximos días, ya que el ERE que planeaba sobre sus cabezas tendrá que hacerse efectivo en breve, incluso “con un mayor alcance del que hubiera tenido en caso de conseguirse el ascenso a Segunda A”.
Nada más finalizar el partido contra el Lugo, Quique Pina lanzó un mensaje a Antonio Muñoz: “Los accionistas deben decidir si quieren que me encargue de la gestión deportiva y solucionar los problemas con el ayuntamiento”. Según Pina, es inviable comprar el club e invertir a la vez para configurar un equipo de garantías. Por ello, explicaba que su “fórmula” para seguir sería “tener las acciones, no estando sólo a cargo de la gestión deportiva, algo que se hizo por la premura de tiempo”.
“Son los accionistas los que deben decidir si desean seguir o dejan paso a otras personas, algo para lo que estoy dispuesto”, explicaba el murciano. Dicho esto, el primer paso para buscar el acuerdo tuvo lugar ayer mismo con una reunión entre el propio Pina y Muñoz, que posteriormente desveló algunos detalles en Onda Cero. Según el cordobés, que muestra su voluntad por alcanzar algún tipo de acuerdo con Pina, “la situación no es caótica” porque está pendiente de cobrarse lo que se debe pagar.
Lo cierto es que la Federación Española de Fútbol exige un aval de 200.000 euros para competir en Segunda B. Y ese asunto que ahora mismo está en el aire debe resolverse con urgencia, ya que el plazo para ello va del 1 al 5 de julio.
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