La premio Nobel de la Paz y líder opositora, Aung San Suu Kyi, ha expresado su deseo de gobernar Birmania, aunque ha recordado que no es la única persona que a lo largo de estos años ha luchado por el restablecimiento de la democracia en el país asiático.
En una entrevista concedida a la cadena BBC con motivo de su visita a Reino Unido, Suu Kyi ha respondido afirmativamente a la pregunta de si querría gobernar el país tras las elecciones de 2015, aunque ha matizado: "solo si puedo guiar al pueblo birmano por el camino correcto".
No obstante, ha subrayado que "hay otras muchas personas que han estado trabajando por la democracia en Birmania porque creen que es la única forma de mantener la dignidad del pueblo", por lo que podría no ser la única candidata opositora en dichos comicios.
Suu Kyi también se ha referido a la tímida apertura democrática que ha iniciado el presidente, Thein Sein, y que ha dado lugar a la derogación parcial de las sanciones económicas impuestas por la Unión Europea, Estados Unidos y Australia a la Junta Militar por violar los Derechos Humanos.
La premio Nobel de la Paz ha negado que las reformas democráticas hayan sido un "truco" del Gobierno para propiciar el levantamiento de las medidas punitivas, si bien, ha reiterado que deben permanecer en vigor, al menos parcialmente, hasta que se complete el proceso de transición.
Interrogada sobre las medidas, Suu Kyi ha celebrado la liberación de cientos de presos políticos y ha calculado que todavía quedan unos 271 en las cárceles birmanas, aunque ha adelantado que, según su información, podrían ser excarcelados muy pronto.
En relación al conflicto con las minorías étnicas, la líder opositora ha expresado su confianza en que el diálogo de paz iniciado por las autoridades birmanas surta efecto. Si bien, ha destacado "lo fuerte que es la unidad entre las distintas etnias".
INVERSIÓN EXTRANJERA
Suu Kyi también se ha referido al plan de reformas económicas que el Gobierno pretende llevar a cabo para atraer la inversión extranjera, instando a las empresas internacionales a comportarse de forma democrática y respetuosa con los Derechos Humanos, a desplegar "sus mejores prácticas".
"Si no son ese tipo de empresas y hacen negocios con sus 'amigotes' y con aquellos que quieren usar el poder económico para consolidar el poder del Gobierno, tendremos que exponerlas", ha advertido.
Ayer, Sein anunció en un discurso televisado que llevará a cabo una "segunda oleada de reformas", esta vez para impulsar el desarrollo económico del país, que incluye un plan de privatizaciones de empresas públicas.
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