El Real Teatro de las Cortes abrió sus puertas en la noche de este viernes para albergar la representación por parte del grupo isleño Odisea Teatro de la obra El gran teatro del mundo de Pedro Calderón de la Barca. Se trata de la apuesta de la comisión pro Corpus Christi por el teatro áureo. Entre los asistentes a la representación a la segunda de las dos funciones programabas .ambas con el teatro lleno- se encontraban el alcalde isleño, José Loaiza, así como el arcipreste de la ciudad el padre Salvador Rivera.
El grupo dirigido por Manuel Foncubierta Seguí ofreció una perfecta simbiosis entre lo literario y lo espectacular; es decir, la palabra ofrecida como espectáculo, en un espacio y con unos signos no verbales que la transforman. Una obra alegórica, cumbre del género de autos sacramentales, definido como fiesta primaveral de la Iglesia, compendio del ideario católico contrarreformista y máxima
expresión de la estética barroca, cuyo eje central no es otro que la representación del teatro de la vida.
Dicha obra de Calderón de la Barca pone en escena siete arquetipos o modelos de los distintos estamentos sociales de la época: el rey como símbolo del poder; la hermosura, de lo efímero o fatuo; el rico, simboliza la avaricia; la discreción, la religión y el poder eclesiástico; el labrador, el trabajo; el pobre, símbolo de la miseria; y el niño, símbolo de la inocencia.
Junto a ellos, el insigne dramaturgo introduce otros tres de carácter alegórico como; el autor, creador de la comedia, dueño y señor del destino y del libre albedrío de los personajes; el mundo, creador del escenario de ese gran teatro de la vida; y la Ley de gracia, juez y conciencia de los personajes.
Los intérpretes fueron Manuela de los Santos Argüeso, María Dolores Guerra de los Santos, Miguel Ángel Ortega, Dolores García, Eduardo López, María Luisa Carbajal, Juan Carlos Gallego, Gerardo Gabaldón, Consolación del Río Cano, Alejandro Lagóstena y Manuel García.
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