Si hay un pueblo con tradición torera en la geografía onubense, ese es sin duda Valverde del Camino. Su plaza de toros roza los 200 años de vida, pues fue construida en 1828, y los valverdeños han vivido momentos de gloria con la Fiesta Nacional durante la tradicional feria de agosto.
Sin embargo, eso podría pasar a la historia por una cuestión en la que, como en otros ámbitos, el tamaño sí importa. Se trata del diámetro del coso valverdeño, que según la legislación que marca el Servicio de Juegos y Espectáculos Públicos de la Junta de Andalucía, tiene que ser al menos de 33 metros para poder acoger festejos mayores.
La plaza de toros de Valverde cumplía esa normativa hasta el año pasado, cuando el anterior equipo de Gobierno aprobó la construcción de un callejón en el coso taurino, una medida que dota de más seguridad a los participantes en las corridas pero que puede dar al traste con años de tradición.
Según ha explicado a Viva Huelva el concejal de Economía y Hacienda de Valverde, José Domingo Doblado, el problema es que “el anterior equipo de Gobierno autorizó la obra sin que el proyecto fuese presentado en los servicios técnicos municipales, que seguramente no hubiesen dado el visto bueno a la actuación, ya que no cumplía la normativa”.
Por ello, decidieron elevar este tema en el último pleno valverdeño, para que “se depuren las responsabilidades necesarias en caso de que haya problemas”.
Y parece que los hay, porque la Junta de Andalucía ha remitido ahora al Ayuntamiento un requerimiento en el que le solicita que presente un informe técnico sobre las dimensiones de la plaza de toros, que según los técnicos municipales, mide exactamente 32,65 metros, es decir, 35 centímetros menos de lo que marca la normativa.
Desde la Junta de Andalucía han confirmado a Viva Huelva que sí han solicitado al Ayuntamiento dicha información, pero que, por el memento, no se ha tomado ninguna decisión, es decir, que por ahora los festejos mayores siguen estando autorizados.
Dos opciones
En el caso de que, finalmente, la Junta decida cumplir a raja tabla la ley, cosa que el Ayuntamiento confía en que no suceda y que, en este caso, la Administración “tenga una mijita de flexibilidad”, el equipo de Gobierno se plantea dos opciones: “No se quita el callejón y no se celebran fiestas mayores, o quitamos el callejón, que no es obligatorio en el caso de plazas históricas como la de Valverde, con el siguiente coste económico”.
No obstante, el edil valverdeño insiste en que “el equipo de gobierno, con la alcaldesa al frente, vamos a hacer sí o sí todo lo humanamente posible para que la feria de agosto cuente con sus festejos taurinos, como hicimos el año pasado, cuando llevábamos tres meses en el Ayuntamiento y prácticamente solo había telarañas”. Por último, volvió a pedir a la Junta “un poco de flexibilidad”.
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