Como estaba inicialmente previsto, los acreedores del Real Betis Balompié han aprobado el convenio presentado por los administradores concursales de la entidad, Gerardo Narbona, Antonio Jesús González y Francisco Tato en una junta en la que estuvo representado el 61,34% de los mismos. Ninguno de los 63 acreedores presentes realizó ninguna alegación a la lectura del convenio ni expresó su deseo de revocar su adhesión, aunque sí se produjo una abstención. Nada tiene que ver, pero 20 años después la entidad de la Avenida de la Palmera asegura de nuevo su existencia. En 1992, tras su conversión en Sociedad Anónima Deportiva. Hace unas horas, tras acordar un convenio con las personas, empresas u organismos a las que le debe dinero, logrando un plan de viabilidad que tocará pagar en ocho años (o en diez si hubiera que jugar alguna campaña en Segunda). Un plan de viabilidad que contará con una comisión de seguimiento compuesta por la AFE, la LFP y la propia entidad bética para su perfecto funcionamiento.
El presidente verdiblanco, Miguel Guillén, quiso dar las “gracias a los que han hecho posible la firma de este convenio” mediante el que “los acreedores han aceptado la quita del 50%”. Guillén indicó que el “calendario de pagos es asumible” y prevé que “en agosto y diciembre se satisfagan los dos pagos anuales acordados con Hacienda”, institución con la que ya se ha empezado a reducir la deuda. Asegurada la supervivencia del Real Betis, el mandatario se felicitó por poder “empezar a planificar la temporada que viene y ver qué cantidad hay para fichajes”.
También valoró muy positivamente lo sucedido en un hotel cercano al Benito Villamarín el secretario de la junta, Manuel Domínguez Platas. “La salvación del Betis pasaba por el sacrificio de todos”, puesto que “la alternativa al convenio era la disolución”, dijo, mostrándose “contento con el convenio general y también con el singular, el firmado con Hacienda”. Domínguez, quien reveló que “el Benfica ha mandado a un apoderado pero no ha podido votar”, informó de que “la deuda ordinaria queda fijada en 24 millones de euros, mientras que la privilegiada”, es decir, la que se mantiene con Hacienda “es de alrededor de 30”. Sin duda, el 23 de mayo deberá pasar a la historia como un gran día para el cuadro de las trece barras. El día perfecto para que las penurias del pasado comiencen a ser un mal recuerdo...
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