Es uno de los pocos políticos de la provincia de Cádiz, sino el único, que entra a formar parte del nuevo equipo de Gobierno de la Junta de Andalucía. Antonio Roldán (IU) deja la alcaldía de Conil para asumir el cargo de viceconsejero de Turismo y Comercio. Asegura que tiene ganas de trabajar en este nuevo reto, sin olvidar nunca a la provincia de Cádiz y a su Conil. De hecho, se despidió de los vecinos, de sus compañeros de partido y de los trabajadores municipales entre lágrimas y palabras de agredecimiento. Ahora tratará de extrapolar parte del modelo turístico que ha aplicado en Conil para trasladarlo al resto de Andalucía.
—¿Cómo le ofrecieron asumir la viceconsejería de Turismo y Comercio en el nuevo gobierno de la Junta de Andalucía?
—Pues en primer lugar, recibí una llamada de Diego Valderas (coordinador regional de Izquierda Unida) y me dijo que contaba conmigo en la estructura que se estaba creando en el nuevo gobierno andaluz. Pero no quedo claro ese día si era Turismo… pensé que podría ser algo relacionado con la administración local… pero más tarde se me comunicó que el cargo era el de viceconsejero de Turismo.
—¿Aceptó usted de forma inmediata?
—Bueno, desde que me llamó Valderas comenzó un periodo de reflexión y de consulta con los compañeros y con la familia. Por mi parte valoré la conveniencia política y personal que supondría aceptar el cargo. Dada que esta era mi última legislatura como regidor en el Ayuntamiento de Conil, así lo tenía decidido, pues que ya eran cinco legislaturas, diecisiete años como alcalde y ocho en la oposición. Hablamos de 25 años y había que dar relevo a los compañeros. Han entrado mucha gente joven y sinceramente, creo que he realizado una labor en Conil. Por otro lado, esta nueva responsabilidad, aunque aún es una incertidumbre, es un reto que asumo con valentía, con responsabilidad y con ganas de trabajar para poder aportar mi granito de arena para mejorar la situación económica de Andalucía, de nuestra provincia y desde luego, Conil.
—¿El cargo de viceconsejero es incompatible con el de alcalde?
—Sí, sí, es incompatible jurídicamente y también por cuestiones como la de tener la sede en Sevilla y que el trabajo a desarrollar es en todo el territorio andaluz. No tiene nada que ver como cuando estuve en la Diputación de Cádiz. Además, para ser diputado provincial tenías que ser concejal o alcalde. Y en este caso son incompatibles ambos cargos y había que decidir.
—Imaginamos que estará satisfecho con los resultados obtenidos por Izquierda Unida, pero ¿está satisfecho con el pacto con el PSOE?
—Yo creo que hay que estar satisfecho con los resultados obtenidos por Izquierda Unida, con el frenazo a las políticas de derechas en Andalucía, como las que provienen del Partido Popular, que ya daban por ganadas las elecciones. También hay que estar satisfecho con el acuerdo con el PSOE cuyo procedimiento ha sido modélico, en el sentido de que lo primero de lo que se ha hablado y discutido, hay sido sobre un programa, con 75 páginas, 225 medidas y unas 20 leyes que tenemos que emprender. Todo por escrito y además el programa se ha dado a conocer en nuestra página web. Después se ha sometido a debate y a referéndum en las distintas asambleas locales. Ha sido modélico en proceso de participación llevado a cabo por esta fuerza política. Y al final de este proceso, los militantes dijeron que sí al pacto. De lo contrario estaríamos en una situación muy difícil en el Parlamento de Andalucía si en la investidura hubiésemos votado por Griñán sin estar en el Gobierno, dado que hubiésemos estado un poco al vaivén de las iniciativas políticas del PP que iba a buscar las contradicciones. Tampoco nos valía abstenernos, porque el PP tenía más votos. Era una situación muy complicada, pero al final hemos logrado un acuerdo programático porque a nosotros nos importa el programa, programa, programa. Y después se ha llegado al reparto de las consejerías. Creo que el proceso ha sido modélico y por lo tanto, tenemos que estar satisfechos.
—¿Y ahora…?
—…Ahora toca trabajar y hacerlo diferente. Llevarlo a cabo de forma nítida y clara para que el ciudadano vea que ha cambiado la Administración andaluza porque tiene unos consejeros que trabajan para Andalucía con transparencia y claridad.
—¿En algún momento temió que ocurriese como en Extremadura?
—No. Los tres o cuatro meses del gobierno del PP ha facilitado mucho las cosas (sonríe). Su política de recortes ha despejado las dudas a quienes tenían alguna duda. Lo que estaba claro es que aquí el debate ya no era si nos abstenemos o no, aquí era si dábamos el apoyo o entrábamos en el gobierno. Porque había que cortar las políticas neoliberales brutales que vienen de Rajoy y de Europa. Junto a la puesta en marcha de un programa de izquierda, también está una estrategia política de confrontación a todo lo que conlleve recortes en la autonomía política de Andalucía o en aspectos sociales irrenunciables como la Educación, la Salud o los Servicios Sociales públicos. Nosotros entendemos estos servicios y derechos como universales, y por lo tanto vamos a luchar para impedir que se lleven a cabo. Con la aprobación de los cien mil millones de recortes extraordinarios, ya afecta a las comunidades autónomas. Es una situación complicada pero hay que arrimar el hombro para crear empleo, que es lo que más necesita Andalucía.
—¿Cómo afrontarán presuntas tramas de corrupción como la de los ERE? ¿Se dará transparencia?
—Sí, evidentemente. Lo primero que se va a hacer es aprobar una comisión de investigación y por otro lado seguirá la vía judicial. Nosotros lo que queremos es que haya transparencia, claridad y que los corruptos se vayan a donde tengan que ir. Esa es la primera cuestión, la otra cuestión es un plan de empleo para cambiar las políticas de recortes. Este plan ya se ha aprobado en el primer Consejo de Gobierno, un plan que destinará 200 millones de euros a los municipios que ya se concretarán sus partidas. Son pasos e iniciativas que están destinados a cambiar la dinámica dentro de las actuales condiciones económicas y de las que somos conscientes.
—¿La idea de una banca pública está sobre la mesa?
—Sí está dentro del programa como un instituto de crédito andaluz, destinado a dar créditos al pequeño y mediano empresario, y a los autónomos. Esta institución debe ser el germen de una gran banca pública. Ese es nuestro objetivo, está recogido en nuestro programa y se llevará a cabo evidentemente.
—¿Nada que ver con lo que ocurre con Bankia?
—No, no, la verdad que no. Nosotros apostamos porque se nacionalice Bankia pero no para quedarnos con los activos tóxicos, con todas las hipotecas basura y con toda la morralla. Las pérdidas para el Estado, que somos todos, y las ganancias para los cuatro vivos, los cuatro sinvergüenzas que se quedan con el dinero. Nosotros entendemos que se nacionalice y que ponga dinero el Estado, pero para quedarse con el banco y sirva para crear un banco público fuerte que ahora no existe. Y es que la verdad es que lo han privatizado todo, tanto el PP como el PSOE, a lo largo de la historia de la Democracia española.
—¿Cómo se les explica a los ciudadanos que las ganancias sean privadas y ahora sus deudas sean públicas?
—Pues es lo que vienen haciendo desde hace tiempo en todas aquellas operaciones de privatización. Es como ahora que dicen que Repsol es España. No, mire usted, Repsol se vendió, se privatizó y ahora tiene unos dueños privados con muy poco capital español. Nosotros defendemos que los sectores estratégicos deben estar en manos del Estado. Las comunicaciones, la energía, los transportes, la banca, tienen que tener un componente público aunque también convivan sectores privados. Es una economía mixta. Ahora el poder del Estado se limita a eso, a poner dinero cuando hay pérdidas, pero las ganancias se las llevan otros.
—La renta básica ¿está también sobre la mesa?
—Sí está también en el programa conjunto. En primer lugar se formará una comisión y luego se dará comienzo a una ley de inclusión y se estudiarán las medidas para poner en marcha la renta básica. Creo que el programa está bastante bien. Son muchas medidas y leyes que hay que poner en marcha. Para ello hay que trabajar y mucho.
—Que su cargo sea como viceconsejero de Turismo ¿es un reconocimiento a la labor desarrollada en Conil?
—En cierta manera es un reconocimiento de que el modelo turístico de Conil ha tenido su eco y tiene sus ventajas respecto a otros modelos. Evidentemente Conil cuenta con un componente histórico de su tradición turística, pero también existe un componente de actuación política desarrollada en los últimos años. Desde reservas grandes espacios en el litoral, a desclasificar suelo, o apostar por los hoteles cercanos al casco urbano y por pequeños hotelitos de empresas de la localidad. O que la villa funcione como una villa turística en la que se entremezclan los turistas con los vecinos, algo que gusta a mucha gente. Al final hay un reparto de plusvalía mucho mayor que en otras zonas, algo positivo. Creo que hemos avanzado, desde estar casi de los últimos en plazas hoteleras, estamos los segundos en la provincia. Y se ha hecho sin grandes distorsiones en el litoral y mezclando cadenas hoteleras grandes y pequeños hoteles de ciudadanos del pueblo. Es un modelo que reparte muy bien las plusvalías, aunque como todo también tiene sus inconvenientes. Creo que esto ha influido. Después hemos creado unos mecanismos que han servido para que la gente se sienta muy a gusto con el Patronato Municipal de Turismo, donde hemos creado una convergencia entre la institución y todos los sectores implicados en el turismo, lo que ha facilitado una unión, y cuando se trabaja conjuntamente, la verdad es que a la larga da sus frutos.
—¿Es extrapolable el modelo de Conil al conjunto de Andalucía?
—Aunque hay muchas diferencias y quizás no se pueda hacer de forma mimética, pero algunas cuestiones sí se pueden llevar a cabo, como contar con los autónomos y los pequeños empresarios del sector. También intentar que no destruya más el litoral y poner un poco de coherencia a lo que se denomina turismo sostenible.
—¿Habla de llenar de contenido a la palabra sostenible?
—Sí porque es una palabra muy manoseada, pero al final hay que concretarla, lo que supone conservar zonas vírgenes de nuestro territorio, e identificar la cultura andaluza, para que el desarrollo turístico no vaya en contra de la propia esencia del pueblo andaluz, o de Cádiz, o de Conil.
—¿Tendrá un ojo puesto en la provincia y en Conil?
—Sí, bueno, la provincia de Cádiz hay que tenerla en cuenta, Conil, desde luego que lo llevaré siempre en el corazón, y trabajaré para todo Andalucía.
—¿Deja el Ayuntamiento en buenas manos?
—Creo que el equipo que se queda aquí es muy bueno. Hemos trabajado juntos sin ningún problema durante muchos años con algunos. También se queda como alcalde Juan Bermúdez, que es una persona preparada, con ganas, con ilusión y con capacidad de diálogo, por lo que creo que será un buen alcalde que trabajará para el pueblo de la mejor manera posible.
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