Algeciras cuenta actualmente con cinco taxis adaptados para discapacitados. El quinto salió a la calle hace poco más de un mes, y el autónomo que ostenta la licencia, Antonio Manuel Ríos Pérez, que ha sido estos últimos años portavoz de Acata, el colectivo de asalariados, se gastó unos 26.000 euros entre la adquisición del coche y su posterior adaptación.
A pesar de esta especialización, reconoce que la clientela de discapacitados es baja. Sólo ha captado a tres clientes con estas características en un mes. En general, considera que es muy difícil amortizar la inversión, pues entre él y su hijo, con el que cuenta como asalariado, no sacan más de 60 euros diarios.
Por ello, este conductor demanda subvenciones para los conductores de coches adaptados al final de cada ejercicio, como asegura que se hace en otros municipios, o bien quedar exentos de los descansos obligatorios.
Segundo coche
Por otra parte, el propietario de la segunda concesión de 2010 -los que ahora salen a la calle-, sigue a la espera de ponerse en marcha, pero asegura haber sufrido un retraso a causa del concesionario donde adquirió el vehículo.
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