Interesante es -si bien hoy día se equipara a una genuina ciudad de admirable autosuficiencia- destacar que Torremolinos es uno de los pequeños municipios españoles más citados en la literatura, de la que buena parte se ha inmortalizado en la gran pantalla. Entre los libros escritos sobre Torremolinos, una larga veintena, figuran las siguientes obras noveladas, por citar algunas de las más conocidas: “Cristo en Torremolinos” (1963), del malagueño José María Souvirón, Premio Nacional de Literatura; “Torremolinos Gran Hotel” (1971), de Angel Palomino; “Hijos de Torremolinos (1971), de James A. Michener, Premio Pulitzer de Literatura; “Eldorado” (1961), de Fernando Sánchez Dragó; “Apartamentos Nogalera”, de Alfredo Taján; “Au revoir Torremolinos” (1971), de Fernando González Doria; “”El ángel de Torremolinos” (1988), de David Serafín; “Egrégor de Torremolinos” (1999), de Mauro Zorrilla.
Bordando el hilo de las precedentes, cabe añadir las siguientes obras histórico-culturales, claves para conocer la historia del Municipio, a saber: “Nuevo Torremolinos”, obra de la que el Ayuntamiento de Torremolinos a través de su Delegación de Cultura ha realizado varias ediciones; “Torremolinos: Breve crónica general ilustrada”, del cronista Juan José Palop, obra imprescindible para iniciarse en la historia de Torremolinos; “Los molinos de Torremolinos”, de J. J. Palop, del que el Ayuntamiento lanzó una oportuna reedición hace muy pocos años; “Feria de San Miguel de Torremolinos”, de Carlos Blanco Cabrera, todo un clásico que permite conocer al detalle el origen y la historia de la Feria y la Romería de Torremolinos; “Historia de Torremolinos”, también de Carlos Blanco, sucinto y elocuente fascículo editado por el Ayuntamiento y que en pocas páginas repasa lo más importante de la historia de Torremolinos desde los tiempos prehistóricos (sobresaliente y encomiable trabajo de Carlos Blanco es asimismo la completa, detallada y actualizada historia que sobre el municipio y sus gentes publica en las páginas de Internet); “Torremolinos”, de José Lacuey; y, finalmente, y no menos importante, “Callejero e Historia de Torremolinos”, de Juan Trujillo Serrano, toda una enciclopedia que en breves explicaciones permite conocer a los personajes y entidades que dan nombre a las más de quinientas vías públicas de Torremolinos. Entre las calles y plazas del municipio figuran las dedicadas nada menos que a unos cuarenta personajes relacionados con la literatura, entre escritores, poetas y periodistas, algunos de ellos de renombre universal, entre los que destacan dos Premios Nobel
Reviste especial interés el hecho de que Torremolinos sea la sede social de la revista literaria más veterana de España, a saber, “Litoral”, la cual está presente en todos los círculos literarios, poéticos y artísticos del mundo hispano. Fundada en 1926 por los poetas de la Generación del 27 Emilio Prados y Manuel Altolaguirre, tiene como colaboradores a los mejores poetas, escritores y pintores del momento. En ella han colaborado insignes figuras como: Federico García Lorca, Jorge Guillén, Rafael Alberti, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Manuel de Falla, Picasso, Dalí, José Bergamín, Luis Cernuda, Dámaso Alonso, Ramón Gómez de la Serna… Y, por supuesto, las estrellas literarias y artísticas de la actualidad. Aunque dejó de publicarse al comenzar la Guerra Civil, en 1968 volvió a la vida gracias a la iniciativa conjunta de los poetas José María Amado y Lorenzo Saval. En Febrero de 1989 le fue concedida a “Litoral” la Medalla de Andalucía. De ella dijo Rafael Alberti: “Litoral, ¡qué bellísimo nombre para una revista!”.
Obligado es rememorar sucintamente, como colofón a este artículo cuyos cinco párrafos comienzan con una letra de la palabra LIBRO, el internacional Certamen Literario Ciudad de Torremolinos y el Certamen periodístico Sol de Oro de Torremolinos, ambos de codiciados premios. Evento de singular importancia lo constituye igualmente la Feria del Libro que cada año protagoniza la Plaza de La Nogalera. Largos stands con miles de títulos que abarcan todas las materias conocidas se exponen al público durante varios días. Lectores de todas las edades encuentran aquí, a precios asequibles, interesantes obras cuya lectura no solamente les deleitará, sino que también les será de utilidad para el cotidiano vivir o la profesión. Muchos ciudadanos han podido iniciarse así en la formación de una pequeña biblioteca familiar. Cada vez son más los hogares que pueden vanagloriarse de albergar una selecta biblioteca privada en este nuevo Torremolinos de los esplendores literarios.
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